La palabra sexo suele ser un poderoso e inmediato reclamo en cualquier ámbito, un recurso facilista para llamar la atención del personal, aunque no para la ambigua sociedad estadounidense, que parece no haber picado el anzuelo con lo que le han puesto delante en cartelera este fin de semana. Los números cantan y, de momento «Sex Tape», la comedia romántica protagonizada por Cameron Díaz y Jason Segel, ha empezado con mal pie su andadura, con tal solo 14 millones de dólares, escaso teniendo en cuenta el músculo de un país como Estados Unidos en ese sentido.