MSV.- De los extremos comerciales, el peor está siendo el de los abonos chiquitos, que ilusiona a quienes están acorralados que de no ser en abonos, jamás se hacen de algo.
Es cierto que de por si ya traemos la cola de ser hijos de la tienda de raya, que no asentemos la tesis de comercio exitoso, más tramposo. De tal manera que como observamos que mientras viva la religión católica, nunca se va a llegar al concordato demográfico, de acuerdo a lo que tenemos y somos, sino seguir a la voluntad de Dios, que a veces no se le entiende, porque él mismo sabe que la prole aumenta en base a ignorancia, no a ideologías, que van y vienen, como también las creencias, que no regresan a sanar lo que enfermaron, como la pobreza, a quien solamente consolaron, no corrigieron su procedencia.
Lo de los abonos se han multiplicado, tal como las casas de empeño, ¡ahhh! pero la que va en primer lugar, es sin duda la famosa Elektra, que no vende a fuerza, creyendo que si sus compradores cumplirán con sus contratos, para que el total, no sea preñado por factores del incumplimiento, que es lo que sucede en un 99 por ciento, porque no faltan incidencias, por ejemplo, las inconformidades por calidad o garantía de lo que se adquiere. Esta empresa ya es un mundo de servicios que ha trascendido fronteras, tanto que en el país es la delantera en eso de los envíos de dinero, cobrando desde luego un treinta por ciento, pero eso sí, se las ha ingeniado para entregar en instantes, que los que ya no llegan a las prisas, hoy se quejan que enviar dinero por vías privadas, que sale más caro el caldo el caldo que las albóndigas.
Ya tiene su propia casa de empeño, ya presta dinero y mire, si usted sabe que los éxitos de los negocios es la publicidad, imagínese si no le va a ir muy bien a esta organización, si tiene hasta dos sistemas de televisión, que por la atención que le han puesto, a veces le pisa el talón a Televisa, porque asiduos televisivos a veces abandonan a las estrellas u otros canales de la competencia.
Hay un caso asombroso de la modalidad comercial: el Dish que los intereses de mora los pone la empresa y es de lo que más ha ganado, porque la mayoría de sus suscriptores como nosotros, siempre nos retrasamos… al fin hijos de la tienda de raya…
Como se dice, es una empresa “chida”, porque paga bien a quien le da de ganar, aunque ya se han ganado el mote de ladrones tanto ellos, como el dueño, porque no hay cliente que comprando en Elektra, termine agradecido, sino que el pueblo dice que ahí roban, pero bien que ahí se siguen haciendo de lo que al contado no pueden adquirir. Bueno, con decirles que una de nuestra asiduas lectoras nos vino a comprobar que habiendo pagado todo, de un boleto de avión y una tele y un estéreo cuyo monto fue de veinte dos mil pesos, pero que por algunos descuidos de no hacer llegar esos abonos chiquitos, se le hicieron ochenta mil pesos, que tuvo que pagar y todavía por un largo tiempo le siguen llegando cobros, hasta que tuvo que ir al jurídico a mentarles la madre, enseñando desde luego el comprobante de haber liquidado.
Ya cuando vinieron las disculpas, otras personas se le arrimaron a la que mentaba madres para decirle que estaban en lo mismo. Por tanto, piénsele, porque Elektra sabe encontrar hasta las culebras que viven bajo grandes piedras. Lq prueba está en que ya compró Coppel.