MSV.- No es porque México ya necesita creer en su justicia ni que los gobiernos no puedan sanearla, como tampoco ya cuando los delitos no alcanzan fianza y su dimensión del hurto tenga diferencias se les sentencia igual, sino que en el caso que nos ocupa, es que al caer a prisión el primer gobernador del Partido Revolucionario Institucional, también van a igualar con el de Aguascalientes y Michoacán que son del PAN y del PRD, porque devolverle la confianza de los que gobiernan al pueblo, no debe tener consentimientos: o todos coludos, o todos rabones.
Los que le entienden a esta lid, todo se lo dejan al señor presidente, aún cuando ya hay un Poder Legislativo que somete o un Pacto por México que tiene participación de igual y que por cierto está jugando un papel muy interesante, que por el tiempo que dure, termine o se vuelva a pactar, suple por completo el anhelo de tener los congresos a favor, aunque es lo mismo que el consenso, que se convierte en una de las necesidades emergentes de la democracia y equivale a poder entenderse con menos votos, que cualquier modesta votación.
Tal vez por eso se habla de que ya se va armando igual a aquellos carcajes que se tenían en nuestra república, para que vastas regiones no solamente se mantuvieran en paz, sino que aunque sea medio produjeran en el campo, no emigraran, como tampoco terminaran en el crimen, en la verde, secuestrando o alquilándose de sicarios.
Estando en tiempos de que quien todo lo quiere, todo lo pierde; las grandes diferencias sociales que nadie se atreve a limitarlas de su patrimonio para que se repartan mejor las riquezas y que no sea todo de unos pocos y el hambre del resto, es lo que se quiere con lo humano de nuestra patria, porque los pueblos ya le están volteando la cara, tanto por la clase de justicia que tenemos, como la politicidad que es la que hace a la primera, se viene aplicando, aunque ya no tanto ese cuerpo de gobierno se cambiaba por completo, de acuerdo al partido que arribaba al poder.
Como se siente –se dice en Michoacán-, Peña Nieto está tratando de no dejar de hacer mañana lo que puede hacer hoy.
Aquí se siente que va bajando la intranquilidad, a excepción del rumbo de Juan Colorado.
Si ustedes me dicen que Coalcomán es de otro clima, debo decirles que apenas hace unos 43 años, para ir a ese lugar, se llevaba abrigo y en el hotel, se pedía doble cobija.