Esto de la denuncia ante las autoridades por los supuestos pantallazos del teléfono celular del diputado Eduardo Orihuela son pura mam…, y déjeme contarle porque. Estas fotos tomadas desde el celular del diputado son originales y quién las tomo sabía lo que estaba haciendo, el fotomontaje famoso es puro cuento, alguien tomó el celular le saco las capturas de su teléfono y se las envió, por eso la originalidad. Lo que debería estar investigando el Diputado es quién de su gente o que tiene acceso a su teléfono pudo haberlo traicionado.
Pero lo que importa es la faramalla o el teatro que esta armando el diputado, el quererse hacer pasar por víctima, eso es lo que no está bien, el querer ocultar sus actos de corrupción tampoco, el querer seguir haciendo sus jueguitos como cuando eran poderosos o en el poder tampoco, todo esto es el problema, pero bien dice el dicho: «Si el río suena es porque agua lleva».
Entonces, al parecer todo esto es en verdad el juego del poder que sigue apareciendo y ensuciando sus manos y en las del diputado Marco Polo Aguirre, el cual sino se pega a los Orihuela ya no sobrevivirá, su padrino anterior está a punto de ser perseguido y hasta en una de esas es arrestado, por lo tanto no le queda otra, el virrey está en la mira de las nuevas autoridades.
El Procedimiento de la selección del auditor sigue ensuciándose, sigue en el limbo y todo por querer imponer ahuevo a ciertos personajes. Eduardo debe entender que su poder está mermado y que debe de actuar de una manera más sigilosa, más inteligente, porque cosas como esas ensucian a su persona y sobre todo al partido.
Ya lo escribí anteriormente, el proceso debe de empezar de nuevo, así como van las cosas, lo único que se ve y se siente es que hay un verdadero proceso de corrupción y que todo está turbio.
Sigo escribiendo lo mismo con esos movimientos el futuro del hijo de Chon está muy mermado, que de por sí, con el futuro destrozado de su partido y este tipo de escenas ya no le quedará otra que buscar otro camino al poder o simplemente cambiarse de partido.