MSV.- Ninguna sorpresa es que se haya dicho y se siga diciendo en los partidos políticos y organizaciones que influyen electoralmente, que no importa quien gobierne o cómo se llame el partido que lo lance, si ese da satisfactores que el pueblo aclama, ya no como derechos, sino como medio de vida en que pueda desarrollarse con todas sus responsabilidades que también como buenos ciudadanos tienen que cumplir. La importancia clave es la seguridad y si los gays tienen esa clase de reportes ciudadanos, simplemente como autoridades tenderán a multiplicarse por todas partes.
Asi como son buenos para el amor sin carga directa, sino compartida y sus actuaciones ya son por experiencia en función de que sus actuaciones de frente, oscilan entre los treinta y cuarenta años, quiere decir que es gente más seria que vacilante, que equivale a la irresponsabilidad.
El caso es que en Fresnillo en Zacatecas, recibe al nuevo presidente municipal con gracia y sin protesta alguna que un gay la gobierne, queriendo decir que por algo lo acepta, supuesto que esa actitud social antes ahí era una ofensa moral, que nunca se pensó “que su frijol, fuera para Zacapu”. ¡Váyala pues!
Imagínese nomás, a tanta hambre, a tanta inseguridad y que este nuevo edil resulte toda una sorpresa en administrar, en aplicar proporcionalmente como es debido el presupuesto, no haya en su gobierno abusos, que va a crear una nueva simpatía para esa nueva forma de vida, aunque ya en el estado de Jalisco, hubo la primera promoción para un divorcio y en Colima, la primer manifestación porque parte de los “rodillones” piden que se desconozca esa ley, principalmente por las adopciones que en abundancia están adquiriendo.
Aprovechando el tema y referente a las lesbianas que ya tuvieron también su primer divorcio, una de ellas, científica, declaró que era por celos y que ya no estaba en edad de vigilar ni de complacer el mínimo detalle que en grandes amores que se sienten, deben hacerse segundo a segundo y que cuando se tenían recursos, era mejor tener servidumbre y escoger cuando uno quisiera sin que le quitaran a uno el tiempo que para alguien quien se dedica a la ciencia, debe dedicarle y que no es lo mismo unirse cuando no se tiene la misma cultura, ya que ella había tratado por mucho tiempo a una brasileña y francamente para el desarrollo que había obtenido, no siendo el mismo, el disfrute de la vida, a excepción de lo sexual, era muy diferente, que por prudencia no chocaban, pero sí lo resentían.