MSV.- Si los Cárdenas que son dueños del territorio michoacano tuvieron problemas durante su paso por este gobierno, cualquier disloque que se busque es poco, si se entiende que ahora sí es real que no es solamente una lucha cupular, sino por satisfacción de hambre. Una entidad sin dinero, de acuerdo a la cultura que se tiene, es nada frente a la guía dinástica que arrastraba simpatías con tal de que casiques y destacados sociales hicieran dinero bajo el manto del que apenas mantiene la historia que le queda, una vez que ya no es vaca que de leche.
Como dice Godoy, que él recibió un estado endeble y acepta haberlo dejado peor, no fue precisamente porque empresas y productores michoacanos hubieran dejado de cumplir con sus quehaceres y obligaciones, sino porque cualquier saqueo o desaseo de cualquier administración, siempre termina en desastre y de la cuantía en que recibe este período gubernamental Fausto, es como para entreverarse al juego de “engarróteseme ahí”.
Se acusa que en parte son las ausencias gubernativas, pero no se puede negar que cuando hay dinero y gente inteligente que sustituye -lamentable el pretexto-, porque como lo que hizo Vicente Fox en Guanajuato, que sólo en pocas ocasiones despachó de acuerdo a su responsabilidad de gobernador constitucional y pese a que Nacho Vázquez Torres lo difundía, los que estaban comiendo bien, ni vergüenza les daba no salir del círculo de que con dinero, hasta los perros bailan.
Aquí no solamente se encontraron las arcas vacías ni una deuda factible de pagarse, sino hasta con la negación del paisano Presidente, que ni por ser de Morelia hizo ayuda constitucional, sino como se dijo, solamente particular, como a Altosano e infraestructura que se detiene y como el que estaba de tesorero con Cárdenas Batel ligaba esos círculos, si tuvo que decir que para pagar algo de lo que ni Godoy soñó hacerlo, fue el único que permaneció casi dos gobiernos administrando los denarios de la entidad, precisamente por saber de riquezas que ni en rifas arregladas como las que se insistió en haber arreglado para su tío sacerdote en Zamora la señora Sahagún, con el respaldo de la “maistra” que ahora está en la cárcel, que para calmar inquietudes michoacanas, tuvo que decir que se pondrían en venta la presa de Los Olivos y rematar parte de su patrimonio para enfrentar cuando menos al requerimiento ya del importe de los intereses insolutos de la deuda.
Además de que la caótica y terrorífica situación en que vivimos los michoacanos, no es privativa de esta entidad, el guerrerense Angel Aguirre siendo adversario partidista, ha sido más auxiliado que estas tierras priístas, que hicieron ganar al que ahora gobierna la república.
Qué está pasando y qué va a pasar, se intuye, pero seguros estamos que no es una acción directa de Peña Nieto, sino de arpegios de equilibrios que en política siempre se tienen que conseguir, no importa cómo.