Recién pasado sus primeros seis meses como titular del Ejecutivo estatal, el gobernador del estado de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo encabeza las preferencias de aprobación ciudadana por encima del resto de los mandatarios mexicanos. Así lo establece la casa encuestadora Mitofsky quien afirma que Silvano Aureoles Conejo registró un a aprobación del 59% de los michoacanos, contra el 44% que registraron en promedio los gobernadores a nivel nacional.
De acuerdo a la encuesta levantada durante el mes de Marzo del presente año y en la que Mitofsky encuestó a 400 michoacanos, donde destaca un 63% de estudiantes universitarios, el michoacano se mantiene a la cabeza como un gobernador que ha acertado en las decisiones de gobierno.
Luego de haber heredado una administración marcada por el caos y el desorden financiero, sometido a grupúsculos magisteriales y arrodillada ante el crimen organizado, amén de la corrupción galopante en las diversas instancias gubernamentales con un margen de error de +-4.9% en la encuesta levantada por Mitofsky que se efectúo en viviendas particulares, a través de entrevistas cara a cara, utilizando como herramienta de recolección de datos un cuestionario previamente estructurado.
En él, los michoacanos aprobaron la acción del gobierno que encabeza el ex jefe de la bancada perredista en San Lázaro. Durante estos primeros seis meses de ejercicio de gobierno, Aureoles Conejo logró abordar y efectuar el proceso de valuación docente en medio de una fuerte resistencia de grupos magisteriales disidentes.
A la par, también logró concretar la firma de la segura del Mando Único Policial con 108 de los 113 Ayuntamientos michoacanos. Así mismo decretó la desaparición de los grupos de autodefensa e inició un intenso y profundo proceso de revisión, evaluación y depuración de los cuerpos policiales, principalmente de Fuerza Ciudadana y Fuerza Rural.
Además, recién tuvo el reconocimiento del secretario de hacienda Luis Videgaray Caso por las acciones realizadas para el saneamiento de las Finanzas Públicas cuya deuda es reconocida en más de 33 mil millones de pesos.
En el mismo rubro, al perredista se le atribuye la gestión de más de 2 mil millones de pesos ante la Federación para solventar el déficit de más de 5 mil 200 millones de pesos que arrastra el sector educativo michoacano.