Después de que el Gobernador de Michoacán declarara que ya está buscando la manera de ser el candidato a la presidencia de la república por el PRD, se ha desatado una serie de preguntas sin respuestas que dejan a los habitantes de la región totalmente indignados. El gobernador ha aparecido en muy pocos eventos y el Secretario de Gobierno ha tomado la batuta de su representación, ha hecho que varias personas hayan levantado peticiones de firmas para que el Gobernador pida licencia definitiva de sus estatus como Gobernador del Estado.
un ciudadano mencionó que: “Se gastaron miles de millones de pesos… y a solo un año de ser Gobernador del Estado, el Ingeniero Silvano Aureoles Conejo ya está anunciando su ambición de ser Presidente de la República, la gobernatura no es un juego”. Que con toda razón este tipo de situaciones indignan a todo mundo.
La verdad es que si el ego del gobernador es más importante que la ética y el profesionalismo de un político, entonces con toda razón que se vaya como precandidato, pero si se va, que se vaya definitivamente, lo he dicho todo el tiempo los michoacanos estamos hartos de que seamos un experimento político, ya estamos cansados de los Cárdenas, de ls Calderón y ahora de Silvano.
Lo anterior, implicaría que de perder la candidatura presidencial de 2018, Aureoles Conejo ya no podría regresar a gobernar Michoacán, y en su lugar permanecería el gobernador interino que designe la legislatura local.
Por esto también ya se estableció una petición en Internet donde piden la licencia definitiva del gobernador, esta petición esta en change.org, pero hay otras que ya se están elaborando.
Por mucho que diga el probra gabinete y lo defiendan, a Silvano no le interesa el Estado, no le interesa hacer el bien, ni administrar, le interesa llevarse una buena lana, porque si no saben cuando los políticos compiten por un puesto de elección popular, hay patrocinadores y de estos el candidato recibe mucho dinero y él, es el único que decide que hacer con esa lanita, que normalmente no se gastan toda.
Así pues a Silvano le interesa su imagen, su ego y la lana, mejor que se vaya de una vez y que se vaya sin poder regresar, no se le vaya a antojar meterle la mano al presupuesto, como varios de los perredistas que gobernaron a nuestro estado. Vaya Gobernador tenemos, apenas va llegando y ya encontró un hueso más grande