La negociación que sostuvieron autoridades estatales y líderes magisteriales no fructificó, pues mientras no se resuelvan las peticiones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) desde la Federación, los bloqueos en vías férreas y casetas de peaje que se registran la entidad, prevalecerán.
Fue en una entrevista concedida a diversos medios de comunicación, en donde el secretario de Gobierno, Adrián López Solís reconoció que hasta el momento no existen acuerdos tangibles con la disidencia magisterial, ya que los docentes que se oponen a la aplicación de la Reforma Educativa no cesarán en su “lucha”, en tanto la Federación no defina el rumbo que tomará el esquema educacional en Michoacán.
Ante cuestionamientos, el encargado de las políticas internas del estado dijo estar consciente de las afectaciones económicas que se han registrado en el estado, a consecuencia de los bloqueos en diferentes puntos de comunicación que ha encabezado la CNTE.
Bajo este contexto, destacó que este jueves se comenzarán a establecer mesas de trabajo con los líderes magisteriales de Michoacán, para que en coordinación con el gobierno federal, se puedan consumar acuerdos que favorezcan a la situación económica del estado.
Al ser abordado sobre los avances que se tienen en el proceso de bancarización sobre la nómina de la Secretaría de Educación del Estado, comentó que existen avances de consideración, pero dijo también que aquellos docentes que no cuenten aún con una tarjeta bancaria para recibir sus respectivas percepciones, seguirán cobrando a través de cheques.
No obstante, adelantó que la idea de la Federación y del Gobierno del Estado, es que todo trabajador de la educación se apegue a esta medida, por lo cual dejó en claro que no cesará el proceso de bancarización.
En este tema, es importante mencionar que la secretaria de Educación del Estado, Silvia Figueroa Zamudio, dijo en días pasados que cerca de un 60 por ciento de los docentes del estado ya se habrían apegado al esquema de bancarización, de manera que tan sólo un 40 por ciento de los docentes se vería obligado a seguir cobrando por la vía tradicional.