* “Revanchismo entre priistas puede derivar en malos manejos financieros”.
Independientemente del derecho que asiste al gobernador constitucional Fausto Vallejo para regresar al cargo al que fue electo, lo preocupante, serán las derivaciones de la innegable fractura entre los dos cuadros más representativos del partido en el gobierno, que de entrada, han dejado fuera del gabinete a Jesús Reyna García, quien hasta hoy, para bien o para mal, había sido el operador político de la administración priista y con quien el gobierno federal había apenas aceptado voltear los ojos a Michoacán, afirmó el secretario general del Partido de la Revolución Democrática, Carlos Torres Piña.
“Sería inútil calificar el breve periodo del gobernador interino, pero sí podemos evaluar el desastre con que se ha conducido la presente administración durante el año y ocho meses que lleva el PRI en el gobierno estatal. No se han aplicado recursos para el fomento de las actividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil, hay subejercicios en el área de Cultura, está frenada la construcción de obra pública, las calles y carreteras son un desastre y la inseguridad según las cifras oficiales, aumentó determinantemente a partir de la llegada del gobierno de Fausto Vallejo”, puntualizó Torres Piña.
El secretario general del PRD, exhortó a los legisladores de su partido y de los demás partidos políticos a vigilar la aplicación del recurso autorizado al Ejecutivo, ya que el revanchismo entre las dos corrientes del PRI incrustadas en la administración estatal, muy probablemente derivarán en un desorden de tipo administrativo, que afectará los de por sí escasos recursos que ha logrado gestionar el gobierno priista.
“La verdad no se puede mantener con mentiras ni imágenes falsas y la fractura en el PRI es del dominio público, es por eso que no se deben perder de vista detalles como el que antes de que Vallejo dejara temporalmente el cargo el discurso siempre fue el mismo, “no hay dinero”, versión que mantuvo Reyna García hasta que Vallejo anunció su regreso, que fue entonces cuando Reyna García activó su agenda de manera notoria, aumentando sus apariciones públicas de una a dos por quincena, hasta llegar a cuatro eventos al día, todos convocando a la prensa y en los que lo más importante, fue la liberación y entrega de recursos que se suponía no tenía el estado”, indicó el perredista.
Si estos recursos fueron producto de la gestión de Reyna García ante el gobierno federal, habrá que preguntarse si el regreso de Vallejo Figueroa significa regresar al distanciamiento entre el gobierno federal y el de Michoacán. Sería como dar un giro al barranco dentro del gobierno estatal”.