MSV.- Ahora que casi es un hecho que el consumo de la marihuana sea liberado y tomado más como enfermedad que como delito, se advierte de que lo que ahora se trata no en forma presidencial directa, sino por discusiones de gobiernos y organizaciones, que además coinciden que penalizar su consumo nunca dio resultados, sino elevados costos por su sometimiento penal, que definitivamente es recomendable encontrar libertad para su consumo, pero mediante un control sanitario, donde pudiera venderse después de un examen médico, a un módico precio, que se beneficie tanto el consumidor, como el estado que es quien debe venderla.
En tiempos del Gral. Cárdenas del Río, que decretó liberar su uso, estando bajo control de Salud y venta por el mismo gobierno, pero el gusto y la medida que caminaba perfectamente, fue parada por los Estados Unidos en solamente 99 días, pues eso se decretó en nuestro país el 17 de febrero de 1940 y se desautorizó el 7 de junio del mismo año; desde luego, como siempre, primero estaba las satisfacción y convenientes de los Estados Unidos, que nosotros: México.
Cuando Cárdenas del Río, solamente eran 500 adictos que ya no se les podía evitar que fumaran la marihuana y se creó un acuerdo, que había que gratuitarlos de ella y el problema era que no solamente esa droga había que importarse primero de los Estados Unidos y un corto tiempo de Europa, sino que en nuestro territorio a pesar de que jardines y campos silvestres estaban impregnados de la bella amapola de donde se gomea la heroína, también la marihuana lucía hermosa por doquier, pero no se sabía cómo confeccionarla para negociarla.
Ya por los cincuentas del siglo pasado, cuando la Procuraduría General de la República, deja de pasarla como enfermedad y la toma como delito una vez que se penaliza, trata a su consumidor como farmacodependiente, porque una vez que se llegaba a la intoxicación, eran las farmacias las que vendían las ampolleta y sueros conque hidratar al que ya no comía, sino solamente se las tronaba.
Algo que va a ser difícil de controlar, es la cantidad de su portación individual, porque desde siempre, usted tiene el derecho de traer en sus bolsillos un cierto gramaje de marihuana y ahora que puede ser libre de portarla o estar bajo control de Salubridad, cualquier vicioso puede alegar que trae más porque viene cada vez que la necesita desde muy lejos a surtirse y además que las otras drogas de conocimiento tradicional, más las psicotrópicas, no van a dejar de tener clientela, porque las reconocen de mayor efectos, no como la famosa yerba verde, cuyo precio no deberá pasar de los cinco pesos por carrufo y el normal usuario, no se fuma mas que uno por la mañana para sentirse bien todo el día y otro ya entrando la noche para pernoctar a pierna suelta aunque ya toma curso que definitivamente la marihuana es la que de las drogas menos daño hace, pero sí apendeja, ocurrencia de un periodista que le maneja un importante Diario de los que tiene Carlos Salinas de Gortari.
