Es la peor pesadilla de un padre: tu hijo va a la escuela y nunca regresa a casa. Decenas de nigerianos viven esa horrible realidad ya que el grupo islamista Boko Haram secuestró a 230 niñas al abrigo de la noche, el 16 de abril. De las niñas a las que metieron en unos vehículos, solo 43 han escapado. Mientras sus padres se aferran a la esperanza, el gobierno lucha con un grupo terrorista islamista que cada vez comete más abducciones de mujeres y niñas en el norte de Nigeria, la región más afectada por la insurgencia.