Los problemas son tantos comadre y las posibilidades tan pocas para resolver los problemas que plantean esta nuevas generaciones, que vinieron al mundo sin ninguna planeación, bueno, ni siquiera con ninguna de las fés de religión, ni la de sus gobiernos.
Pienso comadre, que por eso se está aprontanto la desaparición del mundo. Primero, porque por la seguridad del hombre, todo mundo se apertrecha por los bienes y segundo por que por conseguir el orden, solamente con que sea de frente como lo fue directamente en Chile o como el folleto del Diario de Morelia: hasta ahora aquí, ninguna fábrica de galletas, frase que se recogió de la famosa corralera del rastro municipal, a donde fuimos a las almorzadas durante tantos años con ella.
Entonces, ni porque nuestro Arzobispo Alberto no hubiera hecho los dos decretos que van a sacudir la conciencia de que hoy todo es comercio y por la realidad de vida, que de profesión, ni maestrías ni doctorados, porque te pagan igual.
Entonces comadre, pues el comercio si todo el universo es un comercio y en los niveles sociales de las profesiones, alguna de éstas sobresalen, ¿pero sabes que el 92 por ciento transcurre su vida en la mediocridad?y que en cambio el comerciante, siempre, siempre, tiene dinero, en la medida que le colocas su procedencia.
Bueno, como las misas en su evangelios e insistentemente se dice que Cristo viene de un momento a otro y que esto crece este temor, surge la frase de Dios nos coja confesados.