25 de Abril, Día Mundial del Paludismo

0
30 visto

* En Michoacán, desde el año 2005 no se han registrado casos de Paludismo.
Desde el año 2005, Michoacán no ha registrado caso alguno de Paludismo, específicamente en las Jurisdicciones Sanitarias de Lázaro Cárdenas y Apatzingán, sitios donde se presentaron los últimos siete casos. No obstante, este padecimiento sigue presente en algunos estados del país, por lo que no se ha bajado la guardia en la entidad para prevenirlo.
Melitón Rosales Rosas, jefe del Departamento de Enfermedades Transmitidas por Vectores y Zoonosis de la Secretaría de Salud en Michoacán (SSM), señaló que en su momento el Paludismo fue una enfermedad muy importante de Salud Pública en el Estado, pero se puede hablar satisfactoriamente que a casi 10 años no ha habido presencia de este mal.
“Lo anterior se debe gracias a los trabajos realizados por la Secretaría de Salud; en 1985 tuvimos el mayor número de casos, alrededor de 15 mil, de los cuales no se reportó alguna defunción. A través de las brigadas de Salud fue que se pudo realizar un control de esta enfermedad”, manifestó.
Rosales Rosas enfatizó que a la fecha, continúan con la vigilancia epidemiológica en toda la entidad, de tal manera que la SSM no ha bajado la guardia ante el Paludismo. “Actualmente se hacen alrededor de 45 mil muestras al año, mismas que son negativas; lo que también da pie para buscar la Certificación del Estado como Libre de Paludismo”, dijo.
Antes de concluir, explicó que las acciones de prevención y control del vector continuarán, aunado a ello seguirán con la toma anual de las 45 mil muestras hemáticas de gota gruesa.
¿Qué es el Paludismo? El Paludismo es una enfermedad causada por un parásito llamado Plasmodium, el cual se transmite al ser humano a través de la picadura del mosquito infectado perteneciente al vector anopheles hembra.
En los años 50 el Paludismo, también conocido como malaria, era la segunda causa de muerte en México, extendiéndose a lo largo del 60 por ciento del territorio nacional.
Los síntomas clínicos de la enfermedad en su fase aguda son: fiebre arriba de 38 grados centígrados, dolor de cabeza, sudoración profusa, escalofrío, náuseas y vómito que se repite cada tercer día y que si no se detecta a tiempo, en su fase crónica se complica con anemia, esplenomegalia y hepatomegalia; puede ocasionar la muerte.

Deja un comentario