msv.- La idea del ajuste gubernamental sobre la producción educativa de México, no era de mala leche, sino justa, pensando en lo que perseguía su creador que fue el Presidente Lázaro Cárdenas del Río, que el pobre tuviera educación gratuita superior como impulsor y de servir al desarrollo económico e industrial del país. De lo contrario los su títulos no debieron incluir el epíteto de técnico.
Pero como desde sus primeras producciones no fueron reconocidas de esa manera, sus secuencias fueron intocables por 78 años: siempre fueron todos unos profesionales, con igualdad a cualquier universitario, que ha obtenido conocimientos universales, con aplicación y reconocimiento en todo el mundo; en cambio los del Politécnico para ello, tenían que buscar un acreditamiento,por que en muchas partes solamente los tomaban como técnicos superiores, tal y como lo indica su procedencia educativa.
Que al gobierno le fallo la salivita, sí es cierto, porque primero debió haber concientizado lo que quería decir politécnico y ya después de asentamientos gramaticales, su aplicación. Pero también, borrar por decreto un orgullo profesional que de hecho, los mismos universitarios reconocieron de esa manera toda la vida, como sus únicos rivales en todo, porque el Poli también ha producido científicos de nivel internacional, como Guillermo González Camarena, Ernesto Zedillo, Jacinto Elizea y Kumuate entre otros. En lo particular éste también hizo la carrera de médico militar.
La explicación de Zedillo, no está lejos de lo que planteamos, porque él esto lo define así: “la técnica al servicio de la patria” es el principio rector de las instituciones educativas de mayor importancia en México”
Pero volviendo la burra al trigo, el gobierno quiere borrar por decreto lo que con orgullo hizo florecer y hay que temer, que si este asunto se ha arreglado a tiempo, el de los normalistas de Ayotzinapa, debe solucionarse ya, porque para mañana, ya los padres de los normalistas desaparecidos y asesinados, convocaron a todos los padres que simpatizan en que no les asesinen o desaparezcan a sus hijos, para llevar al cabo un paro nacional, incidencia que aparte de que ya trascendió internacionalmente, meter a responsabilidad a Peña Nieto, ya que nunca antes había habido tanto estudiante desaparecido, ni menos asesinados cuyos culpables ya confesaron haberlo hecho.
Por lo pronto, comprendiendo lo delicado de este asunto el gobernador de Guerrero acepta dejar el cargo, pero aquí no es cuestión de que quiera, sino que debe irse, de lo contrario solamente en horas estando en la cárcel, puede atenuar la furia que va tomando fuerza como para trascenderse nacional e internacionalmente, para no dar tiempo a que la fuerza estudiantil que ya toman al vandalismo como su energía libertaria, cometa una locura cuyas consecuencias no podríamos advertir.