En Capula, damas de elegante y esbelta figura se muestran atentas ante la mirada de los fuereños, quienes quedan conquistados por tan bien trabajados huesos, los cuales fueron moldeados por manos habilidosas de grandes artesanos michoacanos.
No sólo catrinas bien vestidas reciben a los visitantes locales, nacionales y extranjeros, pues también trajeados charros, adelitas, borrachines panzones y payasos los invitan al jolgorio en la víspera de la Noche de Muertos.
A bordo de un auto, camión o en un burro barrigón, los que quieran pueden llegar a la citada comunidad, donde amigablemente las calacas de barro los van a enamorar. Pa’ las féminas hay galanes bien parecidos, pero tengan cuidado porque ya tienen esposa y chiquillos.
La fiesta de los esqueletos de arcilla es cada año, durante la última semana de octubre; comenzó el pasado viernes y terminará el día 3 de noviembre. Así que los indecisos todavía tienen chance de acudir a Capula, la cual es mágica y segura, pues la vigila un gendarme honesto y siempre alerta de lo que ocurra.