Este domingo miles de personas se dieron cita en el Estadio Azteca para participar del homenaje fúnebre que se le realizó a Roberto Gómez Bolaños, quien falleciera este viernes a los 85 años de edad.
Desde las 7:00 horas, niños, jóvenes y adultos portando playeras, antenas de vinil del “Chapulín Colorado”, gorras del “Chavo del 8”, flores en las manos llegaron al Coloso de Santa Úrsula para poder estar lo más cerca posible de la cancha, durante este homenaje denominado “Chespirito gracias por siempre”. El ingreso al recinto fue alrededor de las 11:00 horas.
Sin embargo, se informó que el féretro en el que trasladaban los restos del guionista, escritor y actor salió después de las 11:30 horas de las instalaciones de Televisa San Ángel, arribó dos horas más tarde al Estadio Azteca, donde dio una vuelta olímpica.
La demora se debió a que todo el trayecto personas, automovilistas y el público en general salieron a despedir la carrosa fúnebre de color rojo que llevaba las estatuas del “Chapulín” a los lados del ataúd color caoba, incluso en el Periférico con dirección sur a norte, a las 12:00 horas estaban los vehículos detenidos para despedir a Chespirito. De esta forma, la gente tuvo la oportunidad de agradecerle al comediante por tantas alegrías que repartió a lo largo de cuatro décadas.
Cabe señalar que el acto continuó con una misa de cuerpo presente, la cual estuvo presidida por Mons. Diego Monroy Ponce, Capellán del Santuario Nacional de San Juan Diego y Director de la Pastoral Sociocaritativa.
Después de dos minutos de aplausos para el comediante, decenas de niños vestidos de los personajes más emblemáticos de “Chespirito”, le cantaron una canción, para finalizar los mariachis tocaron Las Golondrinas, mientras soltaban unas palomas blancas y el féretro era llevado a la carrosa.
