El mercado municipal General José Rentería Luviano no cuenta con un plan de contingencia y emergencias, con el objeto de tomar las medidas preventivas, que tiene como finalidad minimizar los riesgos que atentan y que pueden producirse contra la vida, la salud de las personas, el patrimonio personal o institucional, así como su medio ambiente.
Además de insalubre, porque no cuenta con las medidas de higiene en lo general; al recorrer los pasillos se puede observar que están invadidos de agua sucia y basura.
Nido de ratas, en las bodegas del interior del mercado, porque no existe conciencia en algunos locatarios al no contar con una limpieza profunda en cada local y por la misma inexperiencia del gobierno local, al no poder influir ni siquiera en ellos para invitarlos a trabajar en equipo, porque finalmente los afectados directos son los locatarios quienes pasan la mayor parte en esa su segunda casa.
Y por si fuera poco, el agua entubada que se utiliza para limpiar las herramientas de trabajo de todos los locatarios, expide un olor raro y las autoridades tanto municipales como de salud, hacen caso omiso a esta queja que es generalizada.
En caso de que existiera un plan emergente éste procura mantener y prepara a toda persona, para actuar en caso de eventualidades, ya sean estas de origen natural o inducido (antrópicas), como procedimientos técnicos tácticos y de capacitación permanente, en las acciones a desarrollarse para cada una de las eventualidades o contingentes que se presenten de manera abrupta.
Desde la fundación del mercado, según los locatarios señalaron que no se le ha brindado mantenimiento como se debiera, sino al contrario están sobrecargados los tomacorrientes y tomas clandestinos. No existen extintores, ni rutas de evacuación, existen materiales inflamables sin la correcta medida de seguridad.
Las empleadas de puestos de licuados, utilizan licuadoras con las manos húmedas; mientras que otros exponen líquidos combustibles cerca de fuentes de calor.
En el techo del mercado con tanques de gas estacionarios que desde que se subieron jamás han recibido mantenimiento alguno.
Recientemente instalaron un motor en el interior del mercado para un refrigerador de una cremería.
Acudir al mercado municipal de compras, es un verdadero caos y mucho riesgo.
