Como no le hacían caso en Michoacán, el acusador de que Salubridad está como el “longe moco”, que nadie sabe ni nadie supo, el presidente municipal de La Huacana, Alonso Méndez Chávez, que anda pidiendo auxilio por todas partes, tuvo que llegar hasta las altas autoridades de la Secretaría de Salubridad para manifestar su preocupación por las miles de personas que permanecen enfermas con los mismos síntomas de lo que parece ser, aunque sin confirmar, lo que pudiera ser la chikungunya, pues más de ocho mil permanecen con fuertes dolores de cabeza, vómito continuo y altas temperaturas.
Esta alarma es después de que a un mes de que se dieron los primeros casos y se tomaran muestras por parte de la SSA, hasta la fecha no se sabe nada y ésta enfermedad, en lugar de parar o disminuir, aumenta, pues se amplía a comunidades aledañas de Apatzingán, Nueva Italia, Churumuco y la misma Huacana.
La chikungunya es un mosco que se parece a un perro dálmata, porque tiene muchos puntitos blancos, pero más bravo porque no hay nadie quien lo detenga a picar y el que resulta afectado, por ese desconocimiento, se limita a quererlo matar cuando ya piqueteó con tanta habilidad, que casi siempre nadie lo mata.
Una de las recetas caseras y efectivas hasta ahora, son: no mantener charcos, ni aguas estancadas que no tengan correntía, porque son los lugares clásicos donde hacen sus colonias este famoso mosco que provoca esa epidemia, calificada ya por la desesperación de la gente afectada, como pandemia, porque aparte, no saben qué es, mas que un mal parecido al dengue.
