Inseguridad, tortura, discriminación, carencia de servicios básicos, educación y salud deficientes, así como violación a derechos jurídicos, encabezan la lista de garantías fundamentales “a todas luces” violentadas en Michoacán, coinciden organizaciones no gubernamentales (ONG) y dirigentes políticos, quienes afirman que en este Día de los Derechos Humanos “no hay nada que celebrar”, pese al “bonito discurso” de gobernantes, diputados y políticos, en Michoacán prevalece un alto grado de violencia contra la mujer, en muchos sentidos que se presentan desde el seno familiar, en el ámbito laboral y la academia, hasta llegar a la violencia física.
Y sexual por parte de la pareja, lo que se ha traducido en un alto número de asesinatos de mujeres en los últimos cinco años, comentó la presidenta de la asociación civil Leonas de la Corregidora, Fermina Arellano Mantero, a decir de la activista, los últimos gobiernos de Michoacán han tenido en poco el número de feminicidios registrados, de los que a su decir existe una “cifra negra” que no llega a ser denunciada, por lo que considera que la problemática podría ser peor de lo que se admite, por lo que en su opinión, esta forma de agresión constituye una de las principales formas de violación a los derechos fundamentales de la mujer.
De manera que resulta impostergable la emisión de la Alerta de Género; el dirigente estatal del partido Movimiento Ciudadano, Daniel Moncada Sánchez, consideró que este 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, “no hay nada que celebrar”, toda vez que recordó que Michoacán ha sido muestra en la escena internacional, de violaciones graves por parte del Estado a los derechos humanos, como ejemplo trajo a cuento el caso de las presuntas ejecuciones extrajudiciales en Apatzingán el pasado 6 de enero y la crisis de inseguridad que orilló al levantamiento armado de los grupos de autodefensa, contra cuyos líderes se emprendió una persecución que mantiene encarcelados a referentes como José Manuel Mireles Valverde y cientos de ex autodefensas.