Por años en Pátzcuaro las autoridades municipales han demostrado una actitud complaciente con ciertos prestadores de servicios turísticos, mientras que otro tipo de comerciantes son objeto de acoso y discriminación, denunciaron expendedores del Centro Histórico de la ciudad.
“Nunca hemos entendido el por qué a los restauranteros que se ubican en los portales de las plazas Vasco de Quiroga y Gertrudis Bocanegra se le permite colocar sus mesas en lugares que supuestamente son públicos, mientras que a los comerciantes informales se le persigue, se les acosa, buscando que no vendamos en la vía pública, en cambio, ellos sí lo hacen”, refirió José Sánchez, comerciante de comida en el primer cuadro citadino.
Se trata, consideró, de una situación discriminatoria, que favorece a los negocios de familias adineradas en detrimento de muchos comerciantes “que muchas veces ganan solamente para comer”
Por su parte, un comerciante establecido, quien omitió su nombre, afirmó que no es justo que ciertos restauranteros ocupen los portales del Centro Histórico con sus mesas, porque ello habla que ha existido “favoritismo” de parte de las autoridades locales hacia algunos prestadores de servicios, que obtienen considerables ganancias derivadas de la actividad turística de este Pueblo Mágico.
“Ya nadie dice nada, se ha vuelto una costumbre que no por ello deja de ser injusta, ya que los portales por ser públicos no tienen dueños particulares como así parece ser”, recalcó.
Mientras tanto, un comerciante ambulante refirió que “o todos coludos o todos rabones”, pero parece que mientras más poder económico se tenga es más fácil conseguir ciertas concesiones en este municipio.
Comentó que esta situación no es nueva, es una “anomalía” que se tiene que corregir, tomando en cuenta que todos los ciudadanos y, en particular, los comerciantes deben de tener los mismos derechos y la autoridad debe garantizarlos.
Muchos de los comerciantes “estamos luchando continuamente por un espacio para poder vender nuestras mercancías”, mientras que a algunos pudientes empresarios se le da “manga ancha” para que vendan en la vía pública, señaló por su lado Yolanda Martínez, expendedora de artesanías.
“Yo no sé si la ley permite que los restauranteros pueden invadir los portales con sus mesas, pero si así fuera, es totalmente injusto”, deploró por último.
