Nosotros entendemos que el trabajo de muchos años termina en cuentas de ahorro, en inversiones, en riqueza, pero ahora resulta que los líderes o dirigentes de los partidos a nivel nacional, como son Enrique Ochoa reza Y Alejandra Barrales, primero del PRI Y la segunda del PRD, son hasta ahorita millonarios.
Enrique Ochoa reza declaro el día de ayer que su fortuna asciende a casi 39 millones de pesos, con una flotilla de 50 autos Nissan, terreno en Morelia, departamento en La Paz, casa en la ciudad de México, entre otros. Amasando un capital y riqueza que pocos podrían desear y sobretodo un michoacano.
Alejandra Barrales en su declaración patrimonial, como funcionaria de la Ciudad de México, declaró que su fortuna ronda los 25 millones de pesos, y que sus ingresos del año pasado solamente fueron de alrededor de 13 millones de pesos.
Nos falta conocer la declaración de Ricardo Anaya, que de seguro va a ser menor y va a declarar menor para parecer mártir, pero no dude usted que tenga sus inversiones bien hechas y bien aseguradas.
Y si nos bajamos a nivel Estatal y pudiéramos revisar las riquezas de los dirigentes Estatales también nos daríamos cuenta de lo ricos que son.
Entonces el ser político o al menos funcionario, es ser rico, eso parece. Bien nos comentó un exGobernador, «Dales una caja para subirse y un poco de presupuesto y se pierden».
La investigación de las riquezas en todos lo ámbitos de la política empieza, con una serie de leyes e iniciativa que supuestamente corregirán el rumbo del País. Pero, lo anterior, bueno pues como dice el dicho, «Lo bailado ni quién lo quite». Lo hecho, hecho está, así que la riqueza hecha antes pues hay que mostrarla, para que al menos se vea que no hay nada escondido ni hecho en lo oscurito.