Hace 47 años, Estados Unidos logró lo que muchos solamente veían como un sueño, el 20 de julio de 1969 cientos de millones de telespectadores fueron testigos de la llegada del hombre a la Luna.
Neil Armstrong pronunció la frase que quedaría grababa por la eternidad “es un pequeño paso para el hombre, un paso gigante para la humanidad”.
El programa Apollo, llevó a 12 astronautas a la Luna en seis misiones, entre 1969 y 1972, las cuales habían empezado ocho años antes con el propósito del presidente estadounidense John F. Kennedy en mayo de 1961 de “poner un estadounidense en la Luna antes del final de la década”.
Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética adelantaba a Estados Unidos en la carrera espacial con la puesta en órbita en 1957 del primer satélite, Sputnik, seguido en 1961 por la llegada del primer hombre al espacio, Yuri Gagarin.
“La Unión Soviética había logrado convertir sus éxitos espaciales en una medida de su poder y de los logros de una sociedad moderna y envidiable, entonces el presidente Kennedy consideró que no era bueno para los intereses de Estados Unidos dejar que los soviéticos sacaran partido de sus hazañas”, dijo John Logsdon, uno de los conservadores del Museo Nacional del Aire y del Espacio en Washington.
Con un costo de 25 mil millones de dólares en 1969, lo que hoy en día equivaldría a 115 mil millones o a multiplicar por seis el presupuesto de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), Estados Unidos puso en marcha rápidamente el programa Apollo.
Sin embargo, Apollo no triunfo rápidamente, en 1967 un accidente en la Tierra le costó la vida a tres astronautas y fue hasta diciembre de 1968 que se logró la primera misión importante con Apollo 8 y el primer vuelo habitado alrededor de la Luna.
Seis meses más tarde Apollo 10, logró el segundo vuelo de reconocimiento lunar con otros tres astronautas a bordo.
El 16 de julio de 1969, Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Mike Collins se instalaron en el módulo de comando Columbia de la nave Apollo 11, situada en la cúspide del cohete Saturno V.
El cohete de 111 metros de altura partió de la plataforma de despegue del Centro Espacial Kennedy en Florida a las 13:32 GMT y cuatro días más tarde, a las 20:18 GMT, los astronautas aterrizaron manualmente el módulo lunar, llamado Eagle (el águila), en el Mar de la Tranquilidad.
Neil Armstrong, el comandante de la misión, anunció: “Houston, aquí la base Tranquilidad, el águila aterrizó”.
El 20 de julio, a las 02:50 GMT, salió del módulo lunar y tocó la superficie lunar exactamente a las 02:56 y 48 segundos GMT, veinte minutos más tarde, Buzz Aldrin se reunió con él.
Ambos hombres pasaron 21 horas en el satélite natural y trajeron 21 rocas, además dejaron en la superficie una bandera de los Estados Unidos y una placa de metal con un mensaje de paz del entonces presidente Richard Nixon.
Los astronautas regresaron a la Tierra el 24 de julio en una cápsula que aterrizó en el Océano Pacífico.