Es increíble lo que paso la semana pasada con la bancada del PRI en el Congreso, siendo esta de las m’as pequeñas en toda su historia, cree que no puede y por eso se deja mangonear por el Virrey. Vuelvo a lo mismo que escrito durante meses, los chonistas no dan una, pero no porque los considero malos políticos, sino porque están dando patadas de ahogado, en otras palabras están tomando malas desiciones.
Lalo Orihuela es un persona preparada, pero depende mucho de su padre y este no deja crecer a su hijo con instrucciones muy antiguas, pesadas en otros tiempos. Lalo debería hacer su propia estructura con nuevas caras, personajes limpios y no maleados, debe crear un plan de trabajo nuevo y no usar el de su padre. Por todo esto le pregunto, que tiene que juntarse con un ser tan despreciable, que tanto daño le hizo al Estado, el famoso virrey, Alfredo Castillo, ya no es nadie, tendrá todo el dinero que se robó, de tanta corrupción que creo mientras estuvo en esta región, de tanto pago que quedo a deber, pero ya no es nadie, no tiene estructura, ya se le acabo su tiempo y el grupo o partido al que pertenece está quemado, entonces, que le tiene que hacer caso Lalo a este personaje.
Este tipo de decisiones son las que acaban con carreras políticas, porque después de ver la trayectoria de personajes tan malos como el virrey, la gente se cansa, los militantes huyen y termina por acabar con estructuras. Por todo esto, me pregunto, luchar por el usurpador de Alfredo es una perdida de tiempo, es quemarse de a gratis, es creer en algo que está ya podrido. Por este tipo de situaciones el PRI perdió y volverá a perder.
Si este es el nuevo PRI que supuestamente esta resurgiendo, con nuevas caras, con gente joven, vale madres, entonces no le veo futuro alguno. Prefiero quedarme con las vacas sagradas. Y vuelvo a aclarar Lalo Orihuela, sin Marco Polo, sin Xóchitl, sin Noe, sería un mejor político una mejor persona, porque eso de estar cargando con los gritos y sombrerazos de estos personajes es muy pesado.
Le Preguntó a Lalo, ¿Valió la pena haberse juntado con Castillo?, porque a la mayoría de los priistas les cayó como bomba. Bien dice el dicho: “Dime con quien the juntas y te diré quien eres” y esto es una muy mala imagen para el PRI.