Las candidaturas independientes con su aprobación en materia electoral federal para que puedan participar los ciudadanos en candidaturas a Presidente de la República, Senadores, Diputados Federales puede ser es avance más en la democracia y para poder ver que tantas posibilidades existirán de que estas sean una realidad de verdadera competencia entre ciudadanos y militantes partidistas, que es obvio que estas tendrán muchas ventajas sobre las candidaturas ciudadanas, hora debemos esperar los requisitos que contendrá la ley secundaria COFIPE, para determinar si efectivamente la figura de estas candidaturas fortalecen un sistema democrático o simplemente pasará como una de todas las reformas que en materia electoral se han hecho, convenencieras de acuerdo a los intereses partidistas y otras son meras simulaciones, que en la práctica no han representado ninguna consolidación de nuestro sistema democrático.
Como antecedente tenemos las elecciones de 2006 y 2012 que son una muestra que por más reformas y reformas que se hagan, siguen existiendo lagunas para que el TEPJF, emita resoluciones encontradas, por ello en muy importante, la voluntad, cambio de actitud y una auténtica cultura democrática en las instituciones, partidos políticos y en todos nosotros. Otra cosa seria si el Congreso de la Unión, atendiera al principio de igualdad, la equidad, la imparcialidad, para prever el derecho de todo ciudadano, integrante o no de un partido político, a postularse a un cargo de elección popular, esto en la ley secundaria COFIPE, que regulara las candidaturas independientes, donde se darán los requisitos para poder postularse a un puesto de elección popular en materia federal, la “equidad” como principio debe darse en su esplendor, considerando desde luego que un ciudadano tendría que enfrentar las estructuras partidistas y poder económico como también la regulación desde luego que debe ciñéndose a diversos requisitos y parámetros necesarios así como a los topes de gastos de campaña, y a ciertos controles sobre el origen y destino de los recursos con los que financie su campaña.
Es de esperarse que no se de la equidad e igualdad en estas candidaturas ciudadanas con los candidatos surgidos de los institutos políticos, en todos los sentidos en razón de que los partidos políticos con jerarquía por haber obtenido un registro como partido político nacional ante el IFE, seguirán teniendo el monopolio del control, en financiamiento publico, tal es así que un nuevo partido que adquiera su registro ante el IFE, no recibe el mismo financiamiento que los partidos que ya participaron en elecciones. Luego entonces los conceptos formales de equidad e igualdad en lo formal y material no se dan, en nuestro llamado sistema democrático, ya que en los hechos materialmente no vivimos en un sistema democrático, porque con artimañas se violenta, por lo regular gana el mas fuerte y poderoso en lo económico, tal es así que en las elecciones la voluntad popular queda marginada de lo que realmente quiere el pueblo, recordemos el origen del “sufragio efectivo no reelección”, lema que postulo Francisco I Madero para poder combatir y terminar un régimen de Porfirio Díaz, considerado como una dictadura y en aquel entonces existía la posibilidad de ser candidato ciudadano o independiente, analizando la historia, nos refleja que se dieron elecciones formalmente durante todo ese régimen y Porfirio Díaz , era candidato y una vez que se desarrollaba el proceso electoral en ellas ganaba y de esa forma se reelegía, claro por el ejercicio del poder a su favor. Con la reforma electoral ya aprobada y con las buenas intenciones de los partidos políticos que la impulsaron, puede quedar como un engaño para el pueblo que ve la oportunidad de participar sin ser sumiso ante el monopolio de los partidos por ello se debe de no garantizar la equidad y la igualdad como principio rectores de una democracia, en la aprobación de la nueva ley COFIPE, porque estamos frente a una posibilidad de democracia real o a una democracia simulada, o de plano quedarnos y sentir que la democracia es solo un ideal para el pueblo de México.