MSV.- Por la multipresencia del glorioso Ejército, de policías federales, de un C-4 mucho más perfeccionado que hoy haciendo oficial la sinonimia cruza con éxito carpetas electrónicas y soplos caseros que entreveran cambios no solamente de domicilios, sino de pueblos y entidades y para altos encargos territoriales hasta de países, que a horizontes visibles se ven movimientos que advienen tranquilidades, por entendimientos o conveniencias de productores, transitadotes y consumidores, que la inteligencia globalizada de diplomacia, dice: trabajo y producción como los diamantes del Kongo: sin choteo la producción para conservar los precios.
Sin penetrar a la bola, porque las actuales corrientes que ocasionan sangre, sin investigar matan, a pesar de la negación o desinterés de no enterarse, así como se habla de la imposible baja de la canasta básica, así también sale del silencio el siguiente ruido: demanda de estupefacientes, ¿por qué será?
Si ya se está uno endrogando para comer, ¿querrán prestar para lu otro?
En tiempos de persecuciones a delincuentes por hacer dinero tan rápido, se produjo una frase de los narcos, que bien se entiende por estos tiempos que nuestro país pasa: regresar a pobre, mejor que me maten.
Hay quienes escudriñan que los inmediatos resultados para la paz y la tranquilidad, son que es porque el regreso de mi partido, el Revolucionario Institucional al poder, aplicará sus mañas de entenderse como sea pero a filo de buen cortador, que ninguno de los que gobiernan, se pudieran esconder en el no estoy enterado, porque su obligación como tal, es precisamente saber qué hay, qué está pasando, quién lo está haciendo y por qué no está detenido o lo que es lo mismo, como decía Javier García Paniagua cuando lo ilusionó López Portillo de tener el padre que él hubiese querido, que ya sintiéndose candidato a la Presidencia, dijo que con lo siguiente componía al país:
Simplemente que a todo ciudadano al ser detenido respondiera a lo siguiente: quién eres, qué haces y de qué te mantienes.
Los climas cambian a cada rato, aunque los tiempos parezcan desiguales, que si por verse en problemas todo se tiene que mejorar, que el puerquito que el loquito Emilio de Tanhuato aventó de la torre de la iglesia a los puestos de la feria, la explicación a la policía, hoy en lugar de risa, causa preocupación.
Es que nosotros somos nada frente a los que por consumir droga le dan vida a tales tanto fortuna y vicios y los que siguen produciendo los aerosoles, son los que ya no podrán detener nuestra muerte, ni la de ellos; a menos que la demografía sea como la que ya China practica.