A 15 días de que asuma el nuevo gobierno federal, a cargo de Enrique Peña Nieto, presidente electo, los mandos de las fuerzas federales de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) recibieron órdenes “superiores”’ de disminuir desplazamientos terrestres y aéreos de vigilancia por falta de “gasolina” en siete estados del país, donde se concentra en mayor grado la violencia.
De acuerdo a una nota de El Economista, fuentes federales precisaron que los elementos de las fuerzas federales, que estarán en “paro técnico” por falta de combustible, hasta que llegue la próxima administración y defina si continúan en funciones los cerca de 36,000 elementos que componen la Policía Federal y siguen adscritos a la SSPF, dependencia que -de acuerdo con la propuesta de reformas a la Administración Pública del presidente electo, Enrique Peña Nieto. desaparecería, al ser fusionada con la Secretaría de Gobernación.
De acuerdo con fuentes federales, la orden proviene de la Oficina de División de las Fuerzas Federales de la SSPF, a cargo de Rafael Avilés, para que las tropas acuarteladas en Michoacán, Tabasco, Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Sonora y Tamaulipas disminuyan su accionar en estas entidades que siguen sufriendo el embate del crimen organizado.
Un ejemplo es Coahuila, donde los elementos de las fuerzas federales han sido agredidos en varias ocasiones por grupos del crimen organizado con fuego de metralla o granadas en los propios hoteles donde se encuentran hospedados, debido a que no cuentan con un cuartel o recinto donde resguardarse en algunas de esas entidades federativas.
Esto ocasiona en viáticos, alimentos y hospedaje, un gasto superior al del combustible que utilizan patrullas, motos, vehículos de personal y aeronaves, para el rastreo de hechos delictivos, labor de prevención y vigilancia.
La disminución facilita a los grupos criminales y a “la maña” -como califican las fuentes federales a los delincuentes y narcotraficantes- poder actuar con toda libertad, debido a que no habrá patrullajes que inhiban el tránsito tanto de delincuentes como drogas, piratería o dedicarse al secuestro de personas, que es con lo que obtienen la mayoría de recursos.
