En tanto el país o el estado no registre tumultos de inconformidad: Editorial
MSV.- De hecho caminamos hacia un impuesto único de todo, con la correspondencia de que todos paguemos y no escamoteemos, aunque mientras no haya transparencia, jamás si los gobiernos no dicen la verdad de lo que se recauda, si desde que se formula el presupuesto de ingresos, se queda buen margen en prevención como al que escribe le consta, por estrategia y garantía de que resulte holgadamente lo que se puede, no lo que poderse debería y lo peor que si ese monto no se gasta, se da por gastado porque a bolsillos oficiales fue llevado… Y el año que sigue, igual, en tanto el país o el estado no registre tumultos de inconformidad.
El 16 por ciento para todo, ahora sí medicinas y comida, es el completo; para que como dice el filósofo Savater, no haya temor por invertir en educación, que con el tiempo es el deficiente más caro que se paga.
Sin transparencia y honestidad oficial, así como no se sabe cuantos trabajadores de la educción son, menos se sabrá cuanto se obtendrá por el IVA. Saberlo o investigarlo, sería como contar sin telescopios la cantidad de estrellas que el universo tiene.
Si los estados fueron comprando servicios de recaudación a la Federación, acusando falta de estructura por carecer de recursos y una real ignorancia en ello, optaron por la comodidad que otro le sitúe lo que dicen les corresponde; por eso ahora con la reforma fiscal se pretende que tenencias, municipios y estados que conocen mejor al que tiene que tributar los especiales, lo realicen, que lo común ya se comprobó, es por compra o consumo, que es el impuesto al valor agregado.
Que es injusto que el pobre pague el IVA en sus medicinas y hasta en lo básico de su alimentación, ya la Chayo, en la ampliación del programa de oportunidades agregará cupones específicos para la adquisición de productos de la canasta base, que contendrán un cabezal de no negociable, tal como los Estados Unidos de Norteamérica lo hace para la gente de montaña.
Y así como Cárdenas Solórzano al lograr que el Poder Legislativo que son muchos sean los que manden y no nadamás que el Ejecutivo de la Nación que es uno, ordene, encuentre quien o quienes lo imiten para crear un cuerpo que exclusivamente se encargue en reportar lo que diariamente o por mes entran a las arcas lo que aporta al país el IVA y el resto de impuestos de empresas de estado que con autonomía venden lo que producen y compran lo que requieren.
Aprovechando que estamos en tiempos de reformas, reformas que se pensaban y se pensaban y nunca se llevaban al cabo, en caliente, ahora que está sorprendiendo el Pacto por México, aprovechar que todo está saliendo como vela de cebo, sin temperatura especial y sí en cambio, muy emocional.
Por lo pronto tal osadía política, nos está apantallando y motivando a creer que la competencia democrática por el poder, contendrá más inteligencia que sirva a México, no a bolsillo de grupos.
