MSV.- Ahora que por el asesinato de un sacerdote de la Iglesia Católica en el Estado de Colima se propone dejar de celebrar misas ya cuando hay oscuridad, la multitud creyente ha llegado a estar de acuerdo a que las asambleas misales se lleven al cabo en lugares públicos, con el objeto de que los que matan, sean vistos por todos y fácil paguen sus delitos.
Bien esos lugares pueden ser los espacios que están dentro de los atrios de las mismas parroquias o templos, que la instalación del altar y de las imágenes como quiera se improvisan y la gente no tiene porque ver limitadas sus devociones.
De por si la religión ha hecho muchos cambios, desde luego con discreción, que nadie protesta, como por ejemplo la presencia de los desviados sexuales, que avanzan en sus conquistas, porque no solamente se atienen a que todos somos hijos de Dios y con los mismos derechos, sino que quieren que también por esa creencia los unan y les bendizcan sus adopciones.
La gente no discute ni pide explicación del porque la misma Iglesia acepta que el infierno no existe, como tampoco el limbo; las incineraciones que a penas hace 30 años estaban prohibidas, hoy, dentro de los tantos negocios que tiene esa empresa que es la religión, ya saca dinero de todas sus bardas de sus santos recintos donde se hace oración a Dios, Cristo y todos sus santos, vendiendo urnas y gavetas, al grado de que quien las adquiere no tiene ninguna seguridad de ya que tiempo se compra, porque hay lugares religiosos que de pronto se convierten en otros espacios de utilidad eclesial, porque así conviene a los intereses económicos de la misma y el destino de las cenizas u osamentas que ahí se depositan, no saben sin van a terminar como las de los camposantos públicos cuando usted no renueva el pago de lo que antes era “eternidad” y ahora son simples cuatro o cinco años, que de lo contrario, partes de constituciones óseas, andan rodando por intermedio de las tumbas o son quemadas para que como se dicen vulgarmente, “ahuequen el ala” porque llegan otros clientes que pagan.
En Colima se han entregado comunicados de particulares, que se dé cabe a la denuncia anónima, porque entre los mismos habitantes saben quienes incomodan la tranquilidad de los humanos. Por otro lado señalan que se utilice el secreto de confesión de los mismos sacerdotes, para que paren tanta sangre que ya está corriendo.
Por lo pronto, se considera que está bien que las misas y hasta las horas santas, sean durante el día, con el propósito de no dar motivo de que los maleantes se valgan de la oscuridad para cometer sus asesinatos.
Es cierto que por ejemplo ya los sacerdotes no llevan los Santos Olios a los moribundos y menos si es de noche o bueno, a menos que la familia del solicitante sea de los que no se tientan la mano para corresponder al servicio, ya que en lo que se refiere a que todo cuesta hoy, la Iglesia si no gana, ya realizar gratuidades, no se ven y poco se saben que se lleven al cabo.
