Con la entrada en vigor del Nuevo sistema de justicia penal, los medios de comunicación y las oficinas de prensa deben, en todo momento, respetar irrestrictamente los Derechos Humanos de las personas que están sujetas a procesos penales, desde la detención de una persona acusada de cometer un delito hasta la ejecución de las sanciones correspondientes en caso de que el juez declare con sentencia firme su responsabilidad.
Ello significa, entre otras cosas, la erradicación de prácticas violatorias de los derechos humanos que van desde la presentación y exhibición de detenidos –lo que viola el principio de presunción de inocencia, entre muchos otros derechos–, hasta los llamados ‘juicios mediáticos’, que llegan incluso a afectar las resoluciones judiciales.
Es por ello que el Consejo para el nuevo sistema de justicia penal en Michoacán se ha ocupado de proveer a los periodistas y medios de comunicación del estado de herramientas y espacios de reflexión, discusión y debate sobre esta profunda transformación que implica grandes retos en todos los sectores que conformamos la sociedad.
En esta ocasión, Marco Lara Klahr, especialista invitado por el Consejo para el nuevo sistema de justicia penal en Michoacán, impartió tres talleres dirigidos respectivamente a periodistas de Morelia, periodistas de Uruapan y responsables de Comunicación Social de las instituciones involucradas en la implementación de este nuevo modelo de justicia.
A decir de Lara Klahr, “hace diez años y con el respaldo de organizaciones de la sociedad civil, me embarqué en distintos proyectos de profesionalización de los periodistas, con la intención de que el periodismo policial y judicial se transformara a fin de ‘darle los santos óleos’ a la nota roja, argumentando que es un ‘frame’ de noticias del siglo XIX que ha sido funcional a un sistema de justicia penal arbitrario, opaco y violador de derechos humanos. En todo ese camino (…) me he ido encontrando con que la resistencia ha menguado. Al principio nos veían como seres un poco desquiciados”. En el caso específico de estos talleres, comenta que es “absolutamente estimulante que los periodistas (…) –a veces con empatía, a veces con antipatía–, hemos logrado un nivel de interlocución que nos ha permitido comunicarnos y aprender juntos”.
