MSV.- La promoción que ya se hace en algunos municipios que de plano no tienen dinero para completar el importe del alumbrado público, que por su autonomía y lo de municipios unidos jamás serán vencidos, más ahora cuando ayuntamiento que no está en quiebra, está muy endeudado y el tanto por ciento inconstitucional que Gálvez Betancourt inicia en su gobierno, que para que la Comisión Federal de Electricidad, no solamente estuviera cortando el servicio de luz a los pobladores de muchos lugares, ella misma alquilara sus servicios como recolectora que ahora ya es un 10 por ciento que a cada consumidor le imponen, porque definitivamente los municipios no podían pagar por su cuenta.
Pero como ahora sucede que entre el consumo de energía que al fin el pueblo paga y la cantidad de ese impuesto anticonstitucional, no alcanza por esos derroches o descuidos de alumbrados públicos en municipios, que por la deuda que se va acumulando, no es nada despreciable la idea de que con fuerza eólica, se le reponga a la Comisión Federal de Electricidad, se le venda o se le pague lo que mañana va a ser imposible liquidar y otra vez, surja algún decreto para que aumente ese impuesto que ya ni protesta el consumidor particular de energía eléctrica
… Que así como la CFE compra a privados que producen energía, que bien le puede recibir cuando menos el importe del consumo que los ayuntamientos utilizan para poder tener iluminadas sus vías públicas y que para las autoridades municipales no les daría ningún trabajo hacer algunas recolectas que bien le van a caer a todos los que pagan ese 10 por ciento cada dos meses que le agregan a su recibo de electricidad.
Jurídicamente es muy complicado en que lo anterior se llegara a legalizar, pero como tampoco el consumidor particular de electricidad quiere seguir ya pagando lo que le corresponde hacer a las autoridades locales que tiene la obligación de otorgar ese servicio, que ayudaría y pondrían su parte.
Aunque también en el agua que compramos, lo hacemos como agua potable y la pagamos a sabiendas que quien la consuma, corre el riesgo de si no se muere por fuertes infecciones como el cólera, que gasta ya en garrafones sin protestar. Unos porque dicen que es negocio de la Iglesia y que por ese conducto están comprando sus indulgencias y otros que porque de todas maneras le sale más cara traerla de manantiales o hervirla sin el gas ya casi llega a los cuatrocientos pesos por los 30 kilos.
De tal manera que así como ya se habla de la creación de electricidad mediante el sistema eólico, quién no nos dice que se autoricen extracciones del líquido potable de montañas y se traiga a ciudades, para que no se tenga que seguir comprando las aguas de garrafón y si se le hacen a las ilusiones, en que se autorice a particulares ha realizar otro tendido de tuberías exclusivamente para venderse agua potable y los mismos que ya les es gravoso el gasto de los garrafones, bien pudieran adquirir agua potable de esa forma a un precio que los veinte litros de los garrafones si acaso los veinte litros de traen los garrafones, no les saldría ni diez en un peso.
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