* El secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano federal, Ramírez Marín, participó como orador en la Sesión Solemne del Congreso del Estado en Apatzingán, a que también acudió el gobernador Jesús Reyna García.
Hace 199 años el mundo entero volteó hacia Michoacán a mirar a los hombres que se atrevían a desafiar el status quo y a decir que podían abolir la esclavitud, crear un nuevo gobierno y aspirar a la felicidad. Cuando el Decreto de Apatzingán cumpla 200 años, los hombres y mujeres de Michoacán habrán logrado otra vez que el mundo los mire y admirados vean que este es un pueblo de libertad, justicia y, por supuesto de legítima felicidad.
Aseguró Jorge Carlos Ramírez Marín, secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano federal (SEDATU), al fungir como orador oficial en la Sesión Solemne del Congreso del Estado, en la que se recordó aquel 22 de octubre de 1814 cuando los constituyentes de Apatzingán fincaron las bases para el establecimiento de la Nación Mexicana; acto que también fue presidido por el gobernador Jesús Reyna García.
Ramírez Marín expresó: “han pasado casi 200 años desde la expedición del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, documento esencial para los mexicanos que nos reitera nuestra razón de ser michoacanos y mexicanos, de tener apego por los lugares que nos vieron no sólo nacer, sino que nos dieron a ejercer plenas facultades nuestros derechos y libertades”.
Ante el pleno de la Cámara de Diputados, el orador manifestó que son dos los ejes sobre los cuales gira, indiscutiblemente, la historia: la libertad y la justicia. “Hace 199 años, Michoacán fue el vértice de estos dos ejes, girando centrífugamente de un punto histórico que la geografía precisó aquí en esta tierra”.
Desde aquí tenemos la obligación de dar vigencia a los postulados de este decreto porque soberanía, libertad, derecho a aspirar a la legítima felicidad a través de los propios esfuerzos de cada quien, siguen siendo principios inalterables de cualquier acción de gobierno porque los ciudadanos -en la búsqueda diaria de su propia felicidad- son los que siguen extendiendo los caminos de la libertad y la justicia.
Ramírez Marín estableció que es deber de los gobiernos crear condiciones para que esa expresión axiológica sea tan amplia y colectiva, sobre todo, tan duradera como sea posible.
Previamente, el diputado Uriel López Paredes, al hablar a nombre del Congreso del Estado, hizo una referencia histórica sobre los postulados del documento emitido por el Congreso Constituyente de Apatzingán.
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