Comadre, parece ser que en Salubridad ya encontraron ese viejo proyecto de dotar a todo senecto de su dentadura completamente gratis o que no se les cobrara más de los trescientos pesos, no que los odontólogos ya no hacen un trabajo por menos de los cinco a once mil pesos, aunque sea en abonos, pero el precio no varía, por muy chafa que sea y aunque el paciente ande queja tras queja que no se acomoda con su nueva dentadura, puente fijo o removible.
Ayyy comadre, pues de esto no sé, solamente me ha dicho mi Kique que es el que va para dentista, que nosotros somos o estamos constituidos de lo que la boca manda al estómago y es que en la boca no se fermentan los alimentos, sino solamente se salivan, para que los jugos gástricos los fermenten más fácil y el píloro les permita el pase a los intestinos delgados de donde la flora intestinal manda a los órganos la materia de que viven y es natural que toman lo que más les conviene, preferentemente de las bacterias de que mejor viven, bien o mal. Si a los órganos les llega todo sano, nunca se enferman ni lo que producen va infectado hacia los otros órganos que asisten; de tal manera que nuestra salud deviene todo de la boca y es a la que menos le damos mantenimiento.
Y de veras comadrita, ahora que al pan bimbo lo declararon alimento chatarra porque lo descubrieron que con todo aquello que dice que está hecho de fibras, como de trigo, es pura mentira, sino que son puras harinas con ciertos aires de soplados para que tenga el aspecto de que al cocerse a otra temperatura, se separe y de la sensación de fibra, no polvo como es la simple masa de las harinas.
Bueno comadre, pues hay que insistirle al Secretario de Salubridad para que acepte el plan y la gente pueda tener su boca para la masticación de los alimentos en regular estado, que eso sí se lo van a agradecer al gobierno.
