Familiares del señor José Alejandro Andrade Pérez, asesinado a balazos el pasado 5 de noviembre en un domicilio de la colonia San Francisco de la ciudad de Uruapan, exigen justicia a las autoridades encargadas del caso, toda vez que el Ministerio Público encontró elementos fehacientes que prueban su probable responsabilidad en el crimen y por ello consignó la averiguación previa penal con detenido.
De acuerdo a las investigaciones del personal de la Subprocuraduría Regional, se sabe que el pasado 5 de noviembre poco después de las 20:00 horas, efectuaron las diligencias necesarias para el levantamiento del cuerpo de quien falleciera en el trayecto al hospital Regional, trascendiendo en el lugar que se trató de un problema familiar derivado de un adeudo económico.
Sin embargo, la familia del finado, en visita a este medio, señaló que los hechos ocurrieron de la siguiente manera: el día de la fecha antes mencionada, poco después de las 19:00 horas, José Alejandro llegó al domicilio ubicado en la calle José Justo Corro número 28 de la colonia San Francisco Uruapan, toda vez que previo a ello recibió un llamado telefónico de parte de su cuñado Javier Torres Chávez, quien le había pedido que acudiera a verlo para hacer cuentas de un dinero que éste le debía.
Cuando José Alejandro llega al domicilio acompañado de su esposa Naitzy Lizbeth Garibay Godínez, éste se baja de su vehículo mientras que su pareja lo espera en el mismo, pero, al tocar la puerta les abre la señora Erika Andrade Pérez.
De pronto sale Javier empuñando un arma de fuego y molesto dispara al piso para amedrentar a su cuñado José Alejandro, por lo que al escuchar la detonación, la señora Naitzy baja del vehículo y corre para hablar con su esposo y pedirle que mejor se retiraran, sin embargo, en ese instante, de nueva cuenta Javier dispara un segundo proyectil el cual le provoca un orificio de entrada en la parte inferior de la muñeca izquierda con orificio de salida en la parte posterior de la misma, según obra en el resultado de la necropsia practicada por el perito médico forense de la Subprocuraduría Regional con sede en la ciudad de Uruapan.
Acto seguido, José Alejandro cae herido hincado al piso, mientras que Javier de nueva cuenta acciona el arma que después se supo por versión de las autoridades especializas en materia de balística, que era una .38 súper, cuyo disparo entró con trayectoria de arriba hacia abajo en el cuello del lado izquierdo atravesando la yugular y venas caóticas, dejando gravemente herida a la víctima que pese al estado en que se encontraba se levantó y con una mano se cubrió el cuello y salió a la calle, desvaneciéndose sobre una banqueta seguido del hechor que lo seguía amagando con la pistola.
De inmediato su esposa y algunos testigos apoyaron al lesionado y lo subieron a un vehículo para trasladarlo al Hospital Regional de Uruapan en donde poco después dejó de existir, mientras que Javier Torres Chávez también hizo acto de presencia en el nosocomio para saber la suerte que había corrido su víctima, y cuando se percató que más familiares del infortunado estaban llegando, se subió al automóvil propiedad de la víctima para intentar darse a la fuga pero, los ahora deudos se lo impidieron y poco después llegó la policía cuyos elementos lo sometieron y pusieron a disposición del Ministerio público de la agencia Segunda en la citada Subprocuraduría.
Ante esta situación, el representante social Ricardo Martínez Saucedo, al llevar a cabo las diligencias que el caso ameritaba, encontró elementos suficientes para consignar la averiguación previa penal número 336/2013-II, con detenido, por el delito de homicidio calificado, en la cual solicita a la Juez Segunda en Materia Penal del Distrito Judicial de Uruapan, Clara Estela Cortés García, se sujete a proceso penal.
Lo anterior, debido a que el Ministerio Público revela en la consignación fracción VI: “Con lo anterior queda de manifiesto que se reúnen perfectamente todos y cada uno de los elementos del tipo penal de homicidio calificado, previsto por el artículo 260 con relación al numeral 279 fracción I del Código Penal vigente en la Entidad, ilícito sancionado por los numerales 261 y 267 del cuerpo normativo señalado con antelación en el cual se cometió en agravio de José Alejandro Andrade Pérez ya que al momento de la comisión del delito de referencia, el activo Javier Torres Chávez actuó con premeditación, toda vez que desde el momento en que sabía que su cuñado ahora occiso, acudiría a su domicilio, actuó dolosamente con alevosía y ventaja”.