MSV.- Cada vez que en el tiempo que pasa se ve que prepararse, no es garantía para hacer fortuna, se recuerda que entre los mejores consejos de los padres, una de ellos es el único que tiene despegues de comodidad, mediante el esfuerzo que no tiene distingos sociales, pero como los empleados del Banco de Comercio que está en la esquina de 20 de noviembre y Revolución, a pasos del mercado de San Juan, que a veces no pagan documentos regulares porque todavía a esa hora los que comercian en ese centro popular esa clase de mercados, no empiezan a depositar lo que no alcanzaron a depositar de las ventas del día anterior.
En tanto que regularmente, aunque ya la mayoría maneja sus valores en Bancos por el famoso internet, se nota que “los preparados”, no dejan de verse en los Bancos cuando requieren un poco más de lo que dan las cajas de retiro al día.
También que los comerciantes de menudeos y mayoristas de productos perecederos, han vuelto con sus “paquetotes” de efectivo a depositar, porque ya no existe el impuesto que se creó durante el gobierno del paisano Calderón de los efectivos que indispensable, es la forma de vida en esa clase de actividades.
Es cierto que encuentran trabajo y hasta las empresas les ponen avisos en medio de difusión, para reclutar a los quienes tienen maestría o doctorados y que si no tienen espacios, corren a los que no tienen preparación, aunque les cueste y es que hoy cuando ya hay competencia, una de las formas del éxito, es la producción de calidad.
Haciendo cuentas -le dicen al reportero-, en el comercio se maneja dinero y nunca les falta en sus hogares; en cambio, en familias de “los preparados”, a veces están a base de créditos que los Bancos prefieren atender, porque hay seguridad de que los beneficiados cumplan y más si las empresas son sus avales.
Hay casos muy conocidos de personas que por muchos caminos buscaron ganarse la vida mejor y salir con mayor rapidez de la insolvencia, cuando con dinero prestado de las mismas familias de esa experiencia, empezaron en ser receptores de productos de mercados, que por las madrugadas empiezan a llegar a venderles, aunque sujetos al precio de los que compran y venden mayoreos, pero al precio que acuerdan imponerles, porque de antemano conocen las demandas y más, si tienen esas grandes bodegas donde tienen refrigeradores, que les permite sortear la competencia de ofertas fuereñas. Una de las seguridades de no fracasar, es estar dentro de importantes grupos de acaparadores, que antes de empezar el día y ponerse a calcular lo que tiene mercado o no, es el precio de compra, porque por medios avanzados de comunicación, han recibido o han hablado de buenas ofertas para acordar lo que conviene comprar y qué cantidad, en función también que ya saben quienes les van a comprar.
Y cuando a algún mayorista no le salen bien sus operaciones, hacen especiales acuerdos para no perder, en que en tal plaza, nomás se debe comprar cierta cantidad de tal producto, para no chotear el margen de ganancia y regular las cantidades porque los que no disponen de cámaras refrigeradoras, tienen que vender a fuerza, porque y más en tiempos de calor, los productos no aguantan más que 24 horas y los que alquilan refrigeración se mandan en cobrarles tanto, que alteran mucho los precios.