MSV.- Apenas y hace tres rectorías, no llegaban a 300 los investigadores de nuestra Universidad; ahora 600 y todavía poniéndose en sus tarjetas de presentación científicos, que son la burla nacional.
Lo anterior viene a colación, en función de que hasta ahora, solamente uno de los pocos originales proyectos presentados, ha sido financiado a exposición del Conacit y otros tres sujetos a estudio para que se les ponga en concurso de ofrecerlos a ver si alguien se interesa por ellos, pero lo que han informado en la Nicolaita que se espera que de seiscientos proyectos que este año seaprobarán, unos trescientos puedan ser escogidos como financiables, es la hilaridad nacional de que cada informe del estado en que se encuentra la investigación de nuestra Universidad, sea toda una burla segura, cuando son los primeros –como los dicen viles vaquetones-, que nomás copian ideas, para cubrir sus obligaciones de presentar un trabajo por año, para que puedan seguir cobrando como investigadores, mas no como científicos que se nombran.
Hasta ahora de los que se les paga como investigadores, más por servicios politiqueros que por méritos científicos, han tenido severas críticas cuando los comparan con los estudiantes de origen humilde que desde los Conaleps y Politécnicos, siendo alumnos, han obtenido primeros lugares en el mundo, de verdaderas investigaciones que clasifican como invenciones que se ponen en práctica por mejoras de humanidad, como la limpieza de aguas contaminadas en el Estado de México, robots que sustituyen esfuerzos de trabajo humanos y otros, como el de limpiar de impurezas las celulosas con que se da cuerpo al papel de impresión.
Caso especial es el del joven que con aceites que recoge de drenajes o de centros que tienen que vaciar en plásticos para que se los admitan los que recolectan basuras o las cocinas que no hayan ya donde tirar, que él recoge y produce gasolina, de mejor calidad y que vende en la misma ciudad de Sahuayo y sus alrededores y a menor precio, que tiene mucha demanda su mejora a dispositivo que le reconocieron en Derechos de Autor, que obtener propiedad de Patente.
Vergüenza les había de dar presumir que son el quinto potencial en producir proyectos que nunca se ocupan, ni siquiera para que alguna rama industrial los produjera.
De los que andan a la caza de buenos proyectos o inventos como los judíos, que jamás ofrecen siquiera tomarles uno, ni aunque se los regalen, porque son ideas que solamente se copian, en primer lugar porque un invento es que no haya antecedentes de haberse inventado y segundo, que ni porque a mejoras de dispositivo llegan, que alguien se interese por alguno.