MSV.- El Papa Francisco I reconoció ayer por la mañana, que no había suegra perfecta, cuando le visitaron las primeras parejas que fueron a pedir su bendición a sus pretensiones. Y eso sucedió porque dentro de su charla espiritual de lo que el matrimonio, no faltaba quien preguntaba la plegaria perfecta para que entre suegra y nuera o yerno, no se registraran fricciones.
En América y en muchos países del mundo donde impera la religión católica, raro es el registro armónico entre un yerno o nuera con una suegra y es que el matrimonio no es un segundo, un minuto, un día, una semana, un mes, un año, sino toda una vida y como sucede tantas cosas en un segundo, que no sucedan en todo el lapso en que dura por la unidad de los hijos un matrimonio.
Ahora ya no es igual cuando se acerca el contrato de casorio por tiempo determinado: uno, dos, tres, cuatro años y si se encuentran las parejas, vuelven a casarse que dirán, que en esto, qué tiene que ver la iglesia, pero ya ve, en poco tiempo, terminan por convencerla; por ejemplo ahora ya la iglesia abandonó la lucha contra el aborto y contra la pederastia, porque ellos no son nadie, solamente es Dios para que determine qué camino se toma.
Nuestra religión tiene de vida dos mil 14 años, lo que acusa una juventud muy verde para las exigencias que se van dejando que sus cumplimientos ya no se obedezcan y no porque seamos muchos y en las otras creencias no sean problemas que pongan en riesgo sus desapariciones, sino que con el tiempo aparecen otras agrupaciones que de acuerdo a los presentes que cambian rigurosamente los pasados, las modifican. Mismo China y otras partes budistas, al ser cada generación siempre la mitad de ellos, de acuerdo a su nueva ley de que solamente les admiten un hijo por matrimonio y si quieren tener otro tienen que pagar por adelantado al estado 380 mil dólares que es el costo de que reciban, educación, salud y seguridad, que no cualquiera los tiene y que prefieren quedarse sin darse ese gusto extra.
Asi es de que los mejores comentarios del día de ayer en el Vaticano, fueron que cursen cuantas veces sea necesario para que entre suegra y nuera o yerno, no haya problemas y los hijos converjan en ser creyentes o ciudadanos responsables.
Hasta el bautizo y primeras comuniones de católicos, es cuando se ven con los sacerdotes que sirven a Dios, a padres y abuelos y es hasta cuando se casan, si es que es por esta religión, cuando los vuelven a tratar los sacerdotes, porque el obispo solamente confirma.