Dicen los rancheros “el pinche padrecito le está buscando chiches a las gallinas”, quien sabe por qué, el chiste es que el sacerdote Gregorio López Gerónimo, mejor conocido como “el Padre Goyo” acudió ayer a la Subprocuraduría Regional de Justicia de Morelia, pa’ denunciar ante el agente del monasterio público, las calumnias de las cuales ha sido objeto por parte del presidente municipal de Apatzingán, Uriel Chávez Mendoza, quien ahora, explicó, deberá responder por tales acusaciones ante las autoridades monasteriales.
Y ya encarrerado el gato, pos chinguen a su madre los ratones, siguió chismeando que ira por dos meses a Roma, donde concluirá un libro, que a través del movimiento de autodefensa de la Tierra Caliente describirá la Teología de la Liberación, de un pueblo oprimido por los poderosos, según manifestó el clérigo y volvió el dedo a la llaga diciendo que, el lunes habló -Uriel Chávez- que soy un pederasta y ese es un delito canónicamente muy penado, si hay una prueba al respecto estoy inmediatamente destituido.
Del sacerdocio, él mando a hacer cartelones y los puso a un lado de donde habló puras cosas sin sentido, porque si una de ellas fuera verdad ahorita mismo dejo de ser sacerdote”, exteriorizó que ahora Chávez Mendoza tendrá que sustentar ante la fiscalía los señalamientos que hizo en su contra: “tiene que sustentarlo ante el MP, dice que soy criminal y narco, y esas son acusaciones muy fuertes y que ahora debe de probar”, asimismo dejó en claro: “no abandono, una cosa es abandonar y otra ir de viaje.