Trabajadores docentes del Colegio de Bachilleres denunciaron que su líder sindical Gaspar Romero Campos les dio la orden de someterse al examen de evaluación para la permanencia, sin previo aviso y sin someterlo a consideración de los agremiados. Son 405 profesores sindicalizados los que debieron aplicar la evaluación docente de parte de la SEP contenida en la reforma educativa, sin embargo, no se sujetaron a ésta por oponerse ya que la consideran punitiva.
Tras manifestarse en la Plaza Melchor Ocampo a media mañana de este día, denunciaron que de entrada fueron condicionados para aceptar que se les aplique la prueba evaluatoria de permanencia, ya que de negarse ello significaba su despido. Ellos dicen que esta evaluación de permanencia, que será aplicada cada cuatro años, desconoce e invalida su antigüedad al convertir los nombramientos definitivos en nombramientos por tiempo indeterminado, lo cual genera incertidumbre legal en su estabilidad laboral.
La Ley del Servicio Profesional Docente perjudica a los profesores ya que les despoja de su calidad de trabajadores, pues establece en el artículo 8° transitorio que cuando no se alcance un resultado suficiente en la tercera evaluación, el docente será separado de sus funciones para cambiarlo laboralmente a la categoría de servidor público.
En un manifiesto conjunto emitido hoy, los trabajadores del COBAEM dieron a conocer que los docentes no se oponen a la evaluación ya que de manera constante se someten a esta mediante la asistencia a cursos intersemestrales y otros como el Programa de Estímulos al Desempeño Docente. Y por ello exigen que Gobierno Federal no les despoje de sus derechos laborales y antigüedad, y si acuerde con ellos una evaluación sin perjuicio.
Cuestionaron cómo se decidió que fueran esos 405 docentes los que deberían evaluarse.
“Muchos de nuestros compañeros no saben qué pasa”, argumentaron. Es así que las sedes de Uruapan, Zamora y Apatzingán, de entre las 32 unidades. Ellos debieron haberse evaluado antes del periodo vacacional, pero les avisaron una semana antes y por decisión unilateral del dirigente sindical, al cual dijeron no conocer bien y además: “Gaspar no es maestro, y se vendió”