El día de ayer se confirmó que México no estará en la próxima versión de la Copa más vieja del continente y la mejor de clubes de este lado del hemisferio. Desde hace varias semanas la CONMEBOL, la confederación de futbol de sudamérica no quiso mover los calendarios de los partidos de dicho torneo, por lo mismo se vio empalmado con el nuestro y se complicaron las cosas.
EL torneo es el mejor de América y es muy importante por la proyección que se tiene para los equipos y para los jugadores, ya que puede haber compra-venta de ellos. La decisión de proteger a los equipos mexicanos y tratar de no cambiar el calendario mexicano, afectará al final en grande las posibilidades de ver un mejor futbol nacional. Se propuso que los equipos continuaran en Libertadores con una mezcla de jóvenes de categorías menores con extranjeros que no tuvieran más del 80% de los minutos jugados en la Liga, pero no hubo consenso y se decidió declinar a la invitación.
México participa desde 1988 en dicho torneo y lo mejor que hemos logrado es la llegada del Cruz Azul a la final, quedando como subcampeón, ya que el Boca Juniors ganó esa edición.
Adios a la proyección y ese es un error, ya que a México, en realidad a los clubes mexicanos, si les sirve jugar este torneo y por soberbia de los dueños no será así.
