Mucho se ha dicho, mucho se ha comentado, mucho se espera, pero la realidad es otra, hace un tiempo escribí que aunque Andrés Manuel López ganara, no iba a pasar nada y ahora lo ratifico. El problema no es de AMLO, es de los mexicanos, es de su cultura y de nuestra forma de pensar. Aquellos que decidieron darle su voto de esperanza al peje, creyeron que este personaje y ya casi Presidente Electo va a solucionar todos los problemas de nuestro país, ese famoso rayito de esperanza no va alumbrar.
No quiero hecharle tierra al próximo presidente, pero esa es la cruda realidad, AMLO, no podrá con la corrupción, ni podrá con la inseguridad, la única forma de solucionar estos dos grandes problemas es la economía y siendo de izquierda, regalando el presupuesto no se logra.
El Presidente electo, reconozco que me ha dejado boquiabierto con ciertas iniciativas, con ciertos proyectos, con ciertos programas, pero como dice el dicho: «Del Dicho al Cheque», eso es otra cosa muy diferente.
El caso de la corrupción es muy difícil y si el anteriormente cuando fue el representante de la ciudad de México durante 6 años, no pudo, menos ahora, recuerdo los casos del señor de las ligas, el caso de su tesorero que iba a apostar cada fin de semana en Las Vegas, estos son casos que se le salieron de la manga. Cuando un burócrata no tiene educación, principios y ve pasar a manos llenas el dinero del presupuesto, simplemente se le hace fácil agarrar un poquito que después se vuelve un muchito. Esto está arraigado en los mexicanos, la mayoría de sus habitantes y aspirantes a políticos, creen que se llega al poder para robar, para hacerse rico y verán ustedes como algunos perderán piso y sobre todo la cabeza.
En el caso de la inseguridad se da por la mala economía de nuestro país, pero esa economía no se arregla entregado dinero o apoyos, se entrega con trabajos bien pagados, tan bien pagados que hagan que la delincuencia simplemente no sea atractiva. Pero para tener un trabajo bien pagado se necesita vender los productos, servicios o bienes a buen precio, para eso deben de tener calidad, deben de estar bien hechos y de esa calidad simplemente, los mexicanos no sabemos hacerla, estamos muy acostumbrados al famoso “Ahí se va”.
