COBAEM Rinde Homenaje a Salomé Clemente

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COBAEM Rinde Homenaje a Salomé Clemente
COBAEM Rinde Homenaje a Salomé Clemente

*Una Vida para Cantarla
Casada con el arte, además de la música y el canto purépecha, hizo labor social, educativa y de salud en apoyo a la juventud y en especial con las mujeres del pueblo, es por ello que la trayectoria de Salomé Clemente (1935-2006) fue reconocida este día en el Museo del Estado de Michoacán por parte del Colegio de Bachilleres del Estado de Michoacán (COBAEM), la Secretaria de Educación en el Estado, la Secretaria de Cultura y la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM campus Morelia.
Este reconocimiento a la memoria de Salomé Clemente fue impulsado por el Lic. Rolando López Villaseñor, Director General del COBAEM, en el marco del 32 aniversario de esta institución como reconocimiento a su trayectoria y por abrir camino a otras mujeres.
Salomé Clemente fue una adolescente que a pesar de la forma de pensar de sus padres y de las tradiciones que no lo permitían, cantó pirekuas toda la vida; desde adolescente, atendiendo a criterios locales, cantaba en la iglesia para convertirse más tarde en una notable cantadora de pirekuas, más notable aún, pues la figura del pireri (cantor) remitía siempre a un oficio destinado a los varones.
A escondidas de sus padres asistió a la escuela donde estudió hasta cuarto año de primaria. Fue miembro de la primera generación pues por aquellos años, en Charapan no había más. Terminó la primaria y algunos años después su interés le permitió terminar la secundaria e impulsar a su esposo para que estudiara también.
Para ella fue toda una misión cantar pirekuas, una misión que asumió con gusto, sintiendo el compromiso de enseñarnos el tarasco como una herencia, explica emocionada Alejandra Morales, una de sus nietas, estudiante de bachillerato. “Tenía 14 años cuando cantó para Lázaro Cárdenas del Río”, explica; “el general quedó fascinado con su voz y personalmente habló con sus papás a quienes ofreció su apoyo para que se formara profesionalmente” en la ciudad de México.
Sus padres agradecieron el ofrecimiento, pero… por tradición familiar y de la comunidad, no aceptaron, pues “no era correcto que una muchacha anduviera cantando de lugar en lugar”, según lo que saben sus hijas de la trayectoria de su madre, de quien recuerdan de qué manera fue siempre una sensación en festivales y concursos de la Meseta p’urhepecha: La pequeña Salomé suplicó y lloró, pero sus padres nunca cedieron. ¡Y era cierto!, ¡el oficio de cantar, destinado al género masculino, avergonzaba a las mujeres del pueblo y deshonraba a la familia!.
“Su nombre y su voz, que eran lo que más sonaba en festivales como el de Zacán o Uruapan, entre otros, me permitió sospechar que llegaría lejos”, lamenta Guadalupe Hernández Dimas, especialista en la materia y defensora de los derechos de las mujeres indígenas. “Algo fue que ocurrió que detuvo su carrera o la opacó. No sé; pero estoy segura que si en el género hubiera una época de oro (risas), es ahí donde cabe la presencia de Salomé Clemente.
A los 16 años, como parte de una de las Misiones Culturales ganó un concurso artístico en Uruapan, donde obtuvo además el nombramiento de Maestra Alfabetizadora Bilingüe. De aquí se desprende que la lengua p’urhepecha, su lengua materna, que su carisma y habilidades de cantadora fueron aprovechadas en la enseñanza, técnica que facilitó su labor y la hizo más atractiva.
Quizá por eso en las pirekuas que interpretaba se puede notar un profundo amor y respeto por su pueblo y sus costumbres. Quizá nana Salomé hubiera querido levantar la voz más alto en contra de las injusticias que soportó. En cambio dejó sentir su reverencia y pundonor.
También cantó para la iglesia, formó parte del coro y ayudó a formar coros. Fue su manera de “pedir perdón” por lo que fue su sino.
La tragedia no la dejó. En 1979, con apenas 19 años y de profesión enfermera, murió una de sus hijas. Desde entonces, con la tristeza, nada fue igual. Poco después se quemó su casa y todos se quedaron sin nada. Entonces, en medio de la desesperación, Salomé volvió a cantar para motivar a sus hijos: ¡la voz como refugio para sus penas! Así lo entendió su esposo que la apoyó para que cantara de nuevo. Casada con el arte, además de la música y el canto, le gustaba participar con la comunidad; hizo labor social, educativa y de salud, trabajando en apoyo a la juventud con especial atención en las mujeres del pueblo. Cantó a dos voces al lado de Dominga Luis Sierra y con el acompañamiento en la guitarra de Nabor Hernández, con quienes grabó dos discos para la firma Discos Corasón (México 1994).
En el disco “Pirekuas y Abajeños” canta a dueto con Dominga Luis Sierra y Nabor Hernández. En el Concurso Artístico de Zacán obtuvieron el primer lugar en tantas ocasiones, que los organizadores terminaron convocando al dueto como invitados especiales.
Recorrió el país pisando grandes escenarios en la ciudad de México, Guadalajara, Morelia, Uruapan, Zamora y Morelia, y los pueblos de la Sierra fueron su territorio. Su nombre completo es María Salomé Clemente Rincón y siempre fue ése su nombre artístico. En el disco denominado “Alma Tarasca”, grabó las pirekuas La Charhonarhi, Male Rosita, La divorciada, Jucha taniperani, de Jesús Melgarejo, Ambexarueski arini tsípekua, Vasu urapiti y San Miguel tsitsiki, de Gregorio Acha; Rosa de Castilla y Jiquilpan, de Nabor Hernández, así como Consuelito, de Crisóstomo Valdés. También la acompañaron en la guitarra para Mañanitas P’urhepechas en la radio de Zamora, Cirilo Sierra y José Luis Rincón. En el disco aparece además música de la familia de Gervasio López Isidro, Pedro, Atilano y el propio Tata Gervá, con el conjunto Atardecer, de Jarácuaro, así como Los Chapas, con tata Ismael Bautista Rueda, de Comachuén.
De manos del Dr. Mario Antonio Mendoza García, Líder de Proyectos del COBAEM, los hijos de Salomé Clemente, Carmen, Gloria, Leonardo, Juana, Guadalupe, Angelina y Fernando Ochoa Clemente, recibieron el emblemático reconocimiento a su madre.
Los invitados disfrutaron de la participación de Bola Suriana, quienes interpretaron melodías como el Son “Después de la lluvia”y de la intervención de algunas poesías por parte de la M.C. María Cecilia Izarraraz Gutiérrez y el Sr. José Izarraraz Gutiérrez.
Para finalizar tan emotivo momento el Líder de Proyectos agradeció la asistencia a tan merecido homenaje a una gran mujer y expresó: “su vida es una narración de una vida valiente porque supo enfrentar los retos en su tiempo para su propio proyecto de vida y para imponerse a las injusticias de su tiempo sobre todo relacionado con la parte de la mujer; una mujer fuerte, virtuosa en el canto pireri que estaba destinado a los hombres y tuvo la valentía de jugar este rol; ejemplo educador no sólo por su lengua mater, sino por su calidad humana, nos dejó el legado del profundo amor y respeto de su pueblo y costumbres. Por ello como michoacano nos sentimos orgullosos y nos unimos al amor y respeto de Salomé Clemente”.

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