CoMadreando: Se lo Mochó Porque al fin ni lo Utilizaba

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Qué pasó comadre, ya ves, todo lo de los alborotos políticos, puros espantapájaros. A lo mejor es cuestión de entender que el que se enoja, pierde.
Pero va a seguir vas a ver comadre…
Po’s claro que sí comadre, pues eso es la vida, pero es porque nosotros los que trabajamos para hacer vivir al gobierno, no nos fijamos que siempre, allá ganen unos o pierdan, nosotros somos los que perdemos, porque en lugar de que nuestros impuestos nos los regresen en servicios u obras, nadamás nos ofrecen y nos ofrecen. Ya ves, nomás se nos contaminó el agua y ahora ya ni nos acordamos de lo potable, sino solamente del garrafón.
Por eso comadre, ya sabes, si quieres dinero fácil, éntrale a la sangre y si quieres vivir en paz, vive como el marido que quiere encontrar por su cuenta la felicidad, que el suegro le dice al yerno ante las altanerías de la hija, advirtiéndole valientemente, pues nomás es cuestión de que te impongas y verás. Hasta que un día lo encuentra todo golpeado que le dice admirado el suegro, que qué paso, si lo que te había dado a entender es que te impusieras a ser como mi hija te lo ordenara mi hija, porque ya sí la conozco.
Asi como el chino, que cada vez que iba a hacer pipí, se la veía y le decía, igual me sirves teniendo el hoyito abierto, no que ahí te ando colgando como campana sin que su badajo use, que decidió anteayer mochárselo, para que como lo pensaba, entre menos seamos, más corremos y que se lo va mochando. Ya en sus declaraciones dijo que ni novia ni aspiraciones ni ojitos pajaritos hacia ellas, que mejor era darle a su pene las buenas noches y los buenos días a lo más lijero.
Entonces ya mejor comadre: cada quien con sus líos, así el chino estará mejor sin su parte, que la Cocoa acepte que ya llegar al poder, con estas otros declaraciones, menos. Bueno, que ya ni se tute, porque si Fausto está ahí es por algo, ya que cuando uno se ha enfermado, como que no queda uno mejor, sino solamente se recuperara.

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