Ya ves comadre, la organización de Hipólito Mora el líder de la autodefensa de La Ruana que acaban de detener por asesino, su gente no solamente dejó la organización, sino que entregó las armas, pues si no iba a haber sueldo, con qué vivían y regresar al camp de vil cortador de limón o jornalero agrícola, con eso, ni para la esposa, menos para los frentes que por esas zonas se acostumbra tener. De tal manera que de plano confesaron quién les pagaba y haber dónde encontraban una mejor chamba que la de peón, porque era cierto que lo que se gana como laborador de campo, no alcanza para nada.
Así va a pasar con las demás autodefensas, si de veras el comisionado Alfredo Castillo investiga, porque no es lo mismo ver que conocer de fondo al convivir o familiarizar a su gente, que dar los clásicos palos de ciego como ha sucedido en casos menores y en casos mayores, si siendo michoacano Calderón que se entiende tenía informadores responsables y hasta de la familia, que no le advirtieron lo del Chayo, que bueno, ni modo que al informarlo se hubiera rajado, porque con aceptarlo a lo “borras”, era porque estaba presumiendo que cumplía su misión de estar en activo acabando con el crimen organizado y así se lo vacilaron; pues qué le estará pasando al comisionado, que dicen que para venirse a cumplir con la tarea asignada, andaba buscando boleto de barco para presentarse.
Así está la permanente lucha de la CNTE contra su patrón, que alguien les completa sus gastos, porque de buena fuente se sabe que a base de pura disciplina, porque no se queden sin chamba y porque la preparación que les exigen, no la tienen, además de que con una sola plaza, no les alcanza para vivir y de esto último, está siendo el metidero de patas del líder del SNTE, que con lo que ganan, es que verdaderamente no se puede vivir.
