Elementos del Ejército Mexicano que llegaron a esta demarcación y autoridades estatales desarmaron a los autodefensas que hacían guardia en la barricada que está en la salida de esta ciudad hacia Churumuco, donde detuvieron a cuatro, ahí se registró un intercambio de disparos que duró alrededor de 15 minutos, sin que hubiera muertos o heridos de ninguno de los bandos. Previamente, los militares capturaron a un comandante de dicho grupo civil: El Chiquilucas, según fuentes extraoficiales.
Todo inició alrededor de las 13:30 horas de este lunes, cuando los soldados, agentes ministeriales y de la Secretaría de Seguridad Pública arribaron a la barricada y al desarmar a los autodefensas iniciaron los disparos, después el fuego cesó y no hubo bajas ni lesionados de ninguno de los lados.
En ese sitio fueron aprehendidos cuatro miembros del citado grupo de civiles, asegurados tres vehículos y seis armas largas.
Los indiciados fueron subidos a un helicóptero que después aterrizaría en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Antes de estas acciones, cerca del mediodía el personal de la PGJE arrestó a Fredy Cárdenas Santana, alías El Chiquilucas, identificado como uno de los comandantes del grupo de autodefensa de Huetamo. Él fue detenido en la población de Paso de Núñez, en el municipio de Carácuaro.
Aquí en Huetamo, los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y los oficiales del estado se dirigieron a otras barricadas: la que está en la salida a Morelia y la que está rumbo a Altamirano, pero éstas ya estaban abandonadas. Los autodefensas que había ahí se marcharon, al parecer alertados por sus colegas.
Las movilizaciones estuvieron encabezadas por Alberto Núñez Mora, fiscal regional de Zitácuaro.
Al momento, siendo las 21:01 horas, el gobierno del estado no ha dado ningún pronunciamiento al respecto y fuentes oficiales se limitaron a decir que son acciones operativas, cuyos resultados se darán a conocer hasta que concluyan las mismas.
Asimismo, cabe referir que los efectivos castrenses en todo momento impidieron el trabajo periodístico que registraría el acontecimiento, ya que nuestro corresponsal trató de hacer su labor, pero éstos amenazaron con detenerlo si tomaba fotografías y vídeo.