¡Chingo a mi madre!, dicen quesque por órdenes de La Virgen del Rosario, cerca de un millar de mujeres de La Nueva Jerusalén, amagaron y corrieron la noche del lunes la vigilancia policial que ordenó el estado en ese poblado religioso del municipio de Turicato, mientras tanto, los clérigos seguidores del sedicente obispo Martín de Tours, que se autonombra heredero del fundado Papá Nabor.
Piden una cuota de tres mil pesos a cada familia de su agrupación, para juntar los más de dos millones 700 mil pesos, que se calificó de fianza para que Cruz Cárdenas, quien fuera el encargado del orden del lugar, enfrente en libertad el proceso penal que se le sigue por ordenar la demolición e incendiar en julio pasado, el centro escolar Vicente Guerrero, chismeo Oscar Montero Arreola, representante juvenil del grupo “laicos” antagónico a los denominados ‘religiosos’.
Que siguen las instrucciones del denominado Martín de Tours, bueno ayer a las ocho, un grupo calculado en un millar de mujeres de las habitantes de La Nueva Jerusalén, acudieron a las instalaciones de la encargatura del orden, donde despachaba el actualmente preso en el Cereso Mil Cumbres, Cruz Cárdenas y que estaba custodiada por personal de la Policía Estatal, a quienes amagaron y corrieron de la comunidad.
