Tal como operan las escuelas Normales de educación, son un riesgo para la organización social, incluso puede haber intereses no educativos ni escolares que deriven en un movimiento armado; deben vigilarse más de cerca y estar atentos a lo que pasa para evitar que de allí salgan nuevos líderes revolucionarios como Lucio Cabañas, aseveró Sarbelio Molina, ex dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Michoacán.
Ante la creciente indignación por el ataque contra normalistas y la desaparición de algunos de ellos en Iguala, Guerrero, el integrante de la Comisión de Educación en el Congreso local no se arredró en sus críticas, pues dijo: “lo de menos sería que bloquearan una carretera, hicieran un plantón o tomaran casetas de autopistas”.
“No quisiera pensar que hay otras cosas de fondo (en las movilizaciones de normalistas), porque recordemos que las guerrillas en este país iniciaron en el estado de Guerrero con dos profesores: Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas, que fueron maestros rurales egresados de escuelas Normales”, refirió el profesor, al catalogar como un mal ejemplo la lucha que realizaron los insurrectos de la educación oficialista.
Aunque se debe hacer valer la autonomía en este tipo de instituciones, el legislador sugirió que incluso el caso de Ayotzinapa pudo deberse a ajustes de un grupo criminal con el que los normalistas pudieron haber tenido un vínculo: “se especula que fue un grupo criminal el que los ejecutó; hablaría ya de que hay intereses extraescuelas o extraeducativos”.
El político que tiempo atrás presumiera cierta amistad con la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo recalcó que estudiantes de Normales como la de Ayotzinapa, la de Tiripetío y otras de Oaxaca han sido siempre muy combativos, “pero así como tienen el derecho a manifestarse, también tienen la obligación de respetar la ciudadanía”.
“Es lamentable lo que ocurrió en Ayotzinapa, pero se debe vigilar más a los muchachos en sus deseos de querer cambiar el país; el Estado mexicano les está dando educación gratuita y no se vale que ellos se dediquen a otro tipo de actividades”, insistió.
Declaró que las Normales son espacios donde los grupos no afines al gobierno buscan obtener gente para sus propios movimientos, y para contenerlos, dijo, es necesaria una estrecha colaboración entre la federación y los gobiernos de estados como Oaxaca, Guerrero, y hasta el Distrito Federal, “porque lo que está ocurriendo en las Normales y en el Politécnico Nacional es un caldo de cultivo que puede derivar en un movimiento social similar al levantamiento de los Zapatistas en Chiapas, pero en esta ocasión sería un movimiento a nivel nacional.
Finalmente, el diputado del Partido Nueva Alianza evaluó que todo este descontrol social, y sobre todo el que tiene que ver con la inseguridad, es consecuencia de las limitaciones que tienen los gobiernos estatales en cuanto a armamentos y policías bien capacitados.