Nadie le habrá explicado a este disque renombrado personaje que sin su hermano, sin el PRD, vale madres. Nadie le habrá dicho que su partido está primero en las ruinas y segundo ya no tiene fuerza, pero tampoco nadie el explicado que su hermano es el del dinero, el del poder y el de las negociaciones.
Quién le dijo al medio hermano que tiene la posibilidad de ser candidato, porque de ser gobernador para nada, pero aún si fuera candidato, alguien le habrá explicado que no forma alguna de que gane y menos con la fuerza que trae, personajes que lo acompañan y partido que lo sustenta.
Cree el de verdad que puede ser el líder del frente que quieren encabezar PRD y PAN, cree el de verdad que es otro mesías, ¡por favor!, que alguien le explique no tiene posibilidad, ni siquiera de ser candidato.
Pero lo mismo pasa con muchos, pobres personajes que se dejan engañar, creyendo que son famosos, que traen trayectoria, que tienen peso, que traen estructura y más que todo que tienen todas las bendiciones necesarias para ganar.
Gente como Juan Carlos Barragán, como Carlos Torres Piña, que al menos traen peso pero no estructura, que nadie los conoce, que no ganan ni encuerados como lo hizo el medio hermano para llamar la atención, creen que pueden ganar una elección de cualquier magnitud. No crea usted que estoy contra ellos, simplemente quiero puntualizar que estos personajes no deben recorrer un camino pavimentado para otros.
El frente necesita un candidato fuerte, preparado, con experiencia, pero sobre todo que vaya cobijado y soportado por todos los militantes de todos los partidos que lo conformen, porque si no es así tampoco tendrá oportunidad de ganar.
Perdón, Senador, pero no se haga ilusiones, nunca va a ser gobernador, y no es su culpa, es la de su hermano. La única verdadera oportunidad es si van todos los partidos unidos contra Morena, y aún si eso pasa, deben de tener un candidato fuerte. Nos guste o no, Morena es el candidato a vencer.
Ese destape, es una medida de desesperación, saber que su medio hermano no lo puede ayudar y que su partido está a punto de desaparecer debió de haberle causado un lapsus mental. Pero el tiene la culpa por haberse dejado influenciar por algunos que le dijeron que este era el momento propicio.
Este teatro también es una señal para todo aquel que se quiere apuntar solamente porque tuvo 15 minutos de fama.
