Que nadie tenga dudas en el Michoacán de hoy se aplica la ley, a nuestras calles regresaron a ser de las personas a quienes solo defienden a la gente en el discurso, a quienes pegan con la izquierda y cobran con la derecha; a quienes sufren el síndrome del NO a todo sin presentar propuestas o justificar su absurda negatividad, a quienes pedían a gritos el auxilio de la Federación y ahora la desconocen. Es inaudito y vergonzoso que mientras Michoacán lucha incansablemente por reactivar la economía, por incrementar el presupuesto a la educación, por abastecer de medicamentos a los hospitales del Estado, exista una clase política que se esconde tras el telón de una defensa social demagógica.