Así es la política en México, cuando los nuevos burócratas estrenan sus nuevos puestos, entran queriendo resolver el mundo de una solo chingadazo, pero después con el paso del tiempo se van calmando y se desinflan, terminan no haciendo nada. Hace mucho tiempo me dijo un gran amigo, aquí las cosas se hacen por costumbre, por rutina, todo es igual, nada cambia.
Y todo esto viene a la mente porque me impresiona, los diputados que todavía no se sientan en la silla ya están regañando a los salientes, ya tienen fila de personas queriendo atender, ya se están remojando los bigotes con el presupuesto que van supuestamente a administrar. Pero no solamente ellos, los presidentes municipales, el Presidente de la república electo, los regidores, etc., así es esto. El gran problema se da con los que nunca han tenido un puesto significativo, como la mayoría de los Morenos, que siempre se sintieron oposición y ahora puede agarrar a manos llenas, que debo de aclarar no todos son corruptos, abusivos, prepotentes y sangrones, pero si la gran mayoría y como ahora se sienten jefes, pierden piso.
Lo mejor que le puede pasar a una democracia como la nuestra es que el burócrata crezca pausadamente, para que con el tiempo vaya creciendo y vaya aprendiendo, por lo tanto conoce y puede aprovechar su experiencia. Lo malo es que eso casi no se da, el que llega quiere hacerse rico de la noche a la mañana y es cuando vienen los problemas.
Nuestra labor como ciudadanos es ubicarlos, ellos no son Dioses, ni jefes, ni patrones, ellos y quiero decir todos ellos trabajan para nosotros, son nuestros empleados, ya que usted y yo, le pagamos su sueldo con nuestros impuestos que pagamos todos los días.
Para todo esto sirve los medios electrónicos, impresos y digitales, las redes sociales como Facebook, Twitter entre otros, ahora usted puede denunciar algún abuso directamente y anónimamente sin ninguna preocupación, por eso no se deje y critiquémonos lo criticable y aplaudamos lo bueno de cualquier administración.